Así como en Nochebuena las familias se preparan para saborear variados platos tradicionales y característicos de esta celebración especial, también para despedir el año viejo y recibir el nuevo se preparan recetas que en algunos casos pueden ser similares, pero en otros son bastante distintas.
La celebración del Año Nuevo conlleva para muchas personas un ritual tradicional de petición y deseos de prosperidad y bienestar que incluye la gastronomía.
Éste empieza a la media noche con los cañonazos y el brindis con champán como símbolos de prosperidad y éxito para el año entrante, así como también comer las doce uvas, igualmente como símbolo del éxito deseado para cada uno de los doce meses del año.
Una vez hecho el brindis con la champaña y las uvas, entonces la familia se dirige a la mesa para degustar la cena tradicional de la celebración, que puede ser con pavo como ingrediente principal, o con cerdo, dependiendo de la preferencia de los comensales.
Ahora bien, el rey en las mesas dominicanas por tradición, ya entrada la madrugada, es el sancocho, ese caldo caliente que ayuda a reconfortar el cuerpo tras los tragos ingeridos durante la espera del Año Nuevo.
Recetas
Pavo
Tanto en Nochebuena como en Año Nuevo constituye el ingrediente rey de las mesas, tanto en la República Dominicana, como en otras naciones.
Sancocho
Brindarlo en la madrugada del Año Nuevo tiene la virtud de reconfortar el cuerpo, tanto por su ayuda para reconfortar ante el friíto que generalmente hace en la época, como para ayudar al organismo a soportar los tragos y el trasnoche.
Cerdo
Preparado de distintas maneras, es uno de los platos de mayor principalía de la cena para despedir el año y dar entrada al nuevo.
Las doce uvas
Es una tradición seguida en casi todos los países del mundo desde hace tiempo, y que tiene como finalidad el augurio de fortuna y prosperidad. Cuenta la leyenda que todo empezó en 1909, cuando viticultores de Alicante (España) cosecharon una gran cantidad de uvas y, al no saber qué hacer con el excedente, decidieron regalarlas entre la gente e inventaron que su consumo en Nochevieja traería fortuna. Desde entonces, esta tradición se ha seguido.