Tráeme la gallina

Tráeme la gallina

Comparto la idea de permitir al Lic. Danilo Medina “acomodarse” en el traje y zapatos de Presidente de la República. Es tradicional darle 100 días de adaptación a los nuevos gobernantes; él no los ha completado. No es prudente atosigarle con reclamos de cumplimiento de promesas electorales en estos primeros meses de gobierno, pero, en buen dominicano, me parece que en lo más íntimo de su ser estará exclamando: “Miérquina, si hubiese sabido que me iban a dejar esta fuñenda en bancarrota, se la dejo a Hipólito”.

A pesar de lo anterior, ha sido una grata sorpresa que algunos de sus colaboradores son excepcionalmente hábiles y le han ayudado a salir de varios apuros gerenciales con astucia y elegancia, siendo el mejor ejemplo la declaración  de que no habrá forma de cumplir con sus promesas de campaña si no dispone de los recursos que generará la reforma fiscal que su equipo económico ha propuesto.

En el internet está circulando una caricatura donde un hombre primitivo le propone a otro guardarle su gallina, asegurándole que, por cada diez huevos que ponga, él le guardará uno y recordándole que debe llevarle agua y maíz para que continúe poniendo huevos. Cuando el dueño de la gallina pregunta cómo se llama lo que ellos están haciendo, el otro le responde “un banco”.

El presidente Medina y su equipo desean convertir la reforma fiscal en un banco para cumplir promesas, emulando la genial idea del hombre primitivo; el problema es que desde hace mucho tiempo el pueblo no tiene más gallinas para guardar y su grado de ignorancia no es tan profundo como para aceptar solamente un huevo.

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