El representante de Visión Mundial, Sergio Abreu, dijo al periódico Le Monde que antes del sismo que afectó a Haití los traficantes de personas vendían a los niños haitianos a cinco dólares, quienes posteriormente eran integrados a la mendicidad, la prostitución o el trabajo agrícola.
Al ser entrevistado por el periodista Jean-Michel Caroit expresó que ese tráfico contaba con la complicidad de oficiales de República Dominicana y Haití.
Después del terremoto, del que hoy se cumple un mes, hay extranjeros que en la zona fronteriza pagan hasta 25,000 dólares para adoptar a menore, según el funcionario de esa Ong que asiste a los niños desamparados.
Abreu añadió que, aunque es difícil tener las pruebas, no duda de que algunos de esos niño sean víctimas del tráfico de órganos.
El temblor de tierra que azotó Puerto Príncipe y otras ciudades, la capital haitiana, provocó la muerte de alrededor de 250,000 personas, heridas a miles, y se estima que destruyó más 250,000 viviendas y 25,000 edificaciones del comercio, la industria y el gobierno.
De acuerdo con las declaraciones de Abreu, antes del sismo había en Haití 380,000 huérfanos y niños abandonados, pero actualmente habrían 420,000.
Por los daños causados a la infraestructura, miles de personas viven en carpas instaladas en las calles.
La adopción
En su reportaje titulado Haití, de la adopción al tráfico, el corresponsal de Le Monde en Puerto Príncipe y República Dominicana relata que un empleado de Unicef, que visitaba en un hotel de Santo Domingo a sus colegas evacuados de Puerto Príncipe, vio decenas de niños haitianos que partirían a Alemania el 22 de enero.
El empleado del organismo, cuyo nombre no se cita en la historia, interrogó a los responsables del grupo y les dijeron que los niños, 63 en total, habían sido adoptados de forma legal.
Ante la insistencia del funcionario de Unicef, quien exigía los documentos de las autoridades dominicanas y haitianas que avalaran la legalidad de la autorización de la tutela, tuvo que presentarse ante el embajador de Alemania en el país, Christian Germann, según Caroit.
El diplomático dijo que tenía las autorizaciones, y de tal suerte los niños habrían salido hacia Francfort ese mismo día.
Esa salida se produjo después de que el ministro haitiano Jean-Max Bellerive dispuso que en toda adopción debía aparecer su firma, cita Caroit al afirmar que la embajada alemana en Haití pidió, el 17 de enero, autorización para evacuar 40 niños que estaban en proceso de adopción.