LA HABANA (AFP).- El uso frecuente de México como puente para el tráfico de personas que salen ilegalmente de Cuba hacia Estados Unidos vino a complicar aún más las sobresaltadas relaciones bilaterales, ahora en el terreno de lo jurídico por la situación de mexicanos presos en la isla.

“Estamos trabajando para fortalecer la amistad y la cooperación entre México y Cuba. En cualquier relación entre cualquier país siempre habrá un puntico negro”, aseguró el embajador de México en Cuba, José Piña, ante consultas de la AFP sobre las dificultades de la relación bilateral.

El punto negro tiene que ver con las recientes denuncias de Cuba sobre la participación de mexicanos en redes de traficantes de inmigrantes cubanos, que dificultan la misión encomendada a Piña de normalizar los vínculos con la isla, donde -hasta la llegada de éste en septiembre- no hubo embajador de México por siete meses.

“Cualquier tipo de problemas trataremos de resolverlo amistosamente y por los conductos apropiados. México ha venido adoptando medidas para asegurar que la migración sea legal, ordenada y segura, combatiendo dentro de lo posible la migración ilegal y sobre todo a quienes se dedican al tráfico de ilegales”, dijo Piña.

El lunes, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez rechazó las acusaciones del gobierno cubano de que los contrabandistas utilizan las costas de Quintana Roo (este de México) para triangular el tráfico de personas hacia Estados Unidos, con la complicidad de autoridades locales.