Tragedia aguas abajo

Tragedia aguas abajo

El río Yaque del Norte se abatió contra comunidades y barrios de Santiago y arrasó cuanto encontró a su paso.

Se afirma -y habría que confirmarlo- que el caudal desbordado del Yaque invadió zonas que nunca había tocado después de que fuera construida la Presa de Tavera.

Se conjetura que el haber descargado el embalse de Tavera habría agravado los daños propios de la creciente ocasionada por las lluvias que trajo la tormenta Olga.

La pregunta crucial es qué hubiese ocurrido si Tavera  no hubiese sido descargada en las circunstancias pluviométricas  provocadas por la tormenta.

Se afirma -y también hay que confirmarlo- que la tormenta Olga provocó en el Cibao Central más precipitaciones en menos tiempo que las generadas por su antecesora Noel.

Será ejercicio de los próximos días establecer por medio de recursos técnicos qué pudo haber empujado el Yaque del Norte con tanto ímpetu hacia las zonas que invadió.

Pero, sobre todo, es absolutamente necesario que se establezca si se observaron todos los procedimientos de rigor antes de decidir el desagüe de la presa, en particular, si se tomaron las debidas previsiones para una evacuación oportuna y evitar así tragedias aguas abajo.

II

Desde otro punto de vista, es evidente que la tormenta Olga amplió el diagnóstico que sobre nuestras debilidades dejara como testamento la tormenta Noel, de cuyos efectos devastadores no acabamos de reponernos.

 Por ejemplo, siempre que el caudal de un río ha mermado hasta retornar a la condición de simple arroyuelo, aparece gente -y autoridades- que se confían en la aparente debilidad del acuífero.

De temido que era por sus desbordamientos frecuentes, el Yaque del Norte ha pasado a ser un río irrespetado por mucha gente, lleno de contaminación y sedimentos, incapaz, en apariencia no más, de arremeter con enojo para recuperar el cauce perdido.

La tragedia de Jimaní y esta provocada en Santiago por la tormenta Olga demuestran que los ríos suelen volver a llenar el cauce perdido desde que se dan las condiciones pluviométricas necesarias para hacer rodar volúmenes mayores aguas abajo.

III

Las circunstancias aconsejan que se hagan a lo largo del Yaque del Norte, sobre todo desde la Presa de Tavera en adelante, las obras necesarias para evitar situaciones como la que motiva este comentario.

  También aconsejan que se revisen y modifiquen los procedimientos que deben seguirse antes de decidir el desagüe de una presa, sobre todo si aguas abajo hay asentamientos humanos en potencial riesgo de ser abatidos por las aguas.

El país tiene que prepararse para manejar con mejores calificaciones situaciones como las recientes, que ya no nos serán extrañas porque responden a patrones atípicos generados por un calentamiento global del que tanto hablamos.

No puede ser que se siga permitiendo la construcción de viviendas debajo de puentes y a distancias de los cauces de ríos que desafían el peligro.

Hay que establecer con transparencia si el aviso de desagüe de Tavera llegó oportunamente a los organismos encargados de evacuar los asentamientos humanos en riesgo de ser embestidos aguas abajo.

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