Un incendio catastrófico en una torre de apartamentos de Londres puso nuevamente bajo la lupa una regla largamente aceptada para la gente que vive en edificios altos: que en caso de incendio en cualquier otra parte del edificio, no evacuen, se queden donde están y esperen instrucciones.

Esa fue la indicación dada a los residentes de la Torre Grenfell, de 24 niveles, en Londres, pero la estrategia falló cuando las llamas comenzaron en uno de los pisos inferiores, se propagaron con rapidez y envolvieron pronto todo el edificio.

Muchos ocupantes de la torre quedaron atrapados y algunos que vivían en niveles superiores prefirieron saltar al vació y morir antes de que el fuego los alcanzara, o arrojaron a sus hijos a los transeúntes. Para el sábado, las autoridades habían confirmado 30 muertes y que había 28 desaparecidos que presumiblemente también habían fallecido.

A pesar de ese desenlace, los expertos antiincendios afirman que el “permanezcan donde están” sigue siendo la mejor recomendación, siempre y cuando el edificio tenga medidas antincendios adecuadas, como varias escaleras, sistemas extintor, puertas antiincendios y materiales de construcción resistentes al fuego, lo que no fue el caso totalmente en Londres.

“El instinto nos dice a la mayoría de nosotros que si hay un incendio, hay que salir”, dijo Robert Solomon, de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego, una organización con sede en Estados Unidos que estudia la seguridad antiincendios a nivel global. “Pero tratamos de asegurarnos de que la gente sepa que hay características y sistemas de soporte en los edificios con los que puede contar y permanecer donde está”.

La mayoría de las ciudades importantes donde hay muchos edificios altos tienen códigos detallados de construcción y normas de seguridad antiincendios que disponen varios niveles de protección en los edificios altos. Las normas varían de lugar a lugar, así como la recomendación de cuándo evacuar, pero los expertos antiincendios aseguran que la orden de “permanezcan donde están” se aplica de manera habitual en edificios de al menos 15 niveles.

Por lo general los ocupantes de los pisos que están inmediatamente arriba y abajo del nivel del incendio son desalojados, pero los otros deben permanecer en sus apartamentos y utilizar toallas mojadas para tapar las rendijas de debajo de las puertas a menos que se les indique lo contrario, y llamar a los servicios de emergencia si tienen dudas.