TRAGEDIA HIGÜEY
Sepultan 63 no reclamados

TRAGEDIA HIGÜEY <BR>Sepultan 63 no reclamados

POR MANASÉS SEPÚLVEDA
HIGÜEY.-
Fueron sepultados ayer 63 cadáveres de reclusos que no fueron reclamados por familiares del grupo de 136 que murieron en el incendio de la cárcel local el pasado lunes.

El obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña Rodríguez, ofició una misa en la que dijo que la muerte masiva de estos reclusos ha conmocionado a la sociedad dominicana y de manera especial a los higüeyanos.

Al funeral que empezó poco después de las nueve de la mañana asistió el director provincial de Salud, Otto Peña, y miembros de la Cruz Roja Dominicana y de la Defensa Civil que ayudaron en el proceso de identificación de los cadáveres y a su traslado.

«La muerte siempre provoca un dolor en el que la sufre y también en los familiares, pero estas muertes que han ocurrido en Higüey han producido un dolor y ha conmocionado a toda la sociedad dominicana y de manera especial a nosotros los higüeyanos nos ha llegado hasta las fibras de nuestro corazón», dijo monseñor Peña Rodríguez.

Los ataúdes fueron colocados en nichos dispuestos en hileras los cuales eran sellados con cemento. Los obreros tenían que usar mascarillas por el hedor que había en el lugar.

La labor de los sepultureros duró hasta las 12:30 de la tarde. Los cadáveres no pudieron ser identificados por los patólogos forenses.

Para la identificación se estableció una «sala de situación» en las que se colocaron fichas con la descripción de cada uno de los fallecidos. Las fichas estaban en un área del hospital Nuestra Señora de la Altagracia, donde más de una veintena de personas acudieron para identificar a sus familiares muertos. La ficha forense tiene informaciones como la estatura, peso aproximado y el color de la piel.

Todos los nichos fueron numerados con el número de la ficha forense para su posterior identificación.

El doctor Peña, director provincial de Salud, había dicho que el sistema de identificación elaborado por las autoridades permitirá la identificación de los cadáveres hasta después de su sepultura.

Los ataúdes fueron donados por el gobierno y el Ayuntamiento de aquí que también donó los terrenos y asumió la construcción de los nichos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas