La halterofilia de República Dominicana se estrenó en el cuadro de medallas de los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, donde dos de sus atletas subieron al podio, Zacarías Bonnat, para recibir una presea de plata, y Crismery Santana, bronce.

El presidente de la Federación Dominicana de Levantamiento de Pesas, William Ozuna, atribuye esos resultados a que pudieron realizar su planificación con tiempo, debido a que los recursos llegaron en el momento adecuado, por parte del Gobierno, a través del Ministerio de Deportes y Recreación.

¿Los resultados obtenidos en Tokio le tomaron por sorpresa o era lo que esperaban?

“No nos tomó de sorpresa, lo esperábamos. Hace seis años nos planificamos para esos resultados. Tan pronto nuestros muchachos salieron hacia los Juegos (Olímpicos) estábamos seguros de que vendrían esas dos medallas. Lo único que no pronosticamos fueron los colores de las medallas, pero estábamos seguros, porque Zacarías (Bonnat) y Crismery (Santana) tenían las condiciones.

Es fácil diagnosticar un resultado deportivo cuando se trata de marcas y tiempo, ellos estaban ranqueados entre los mejores del mundo”.

¿Desde cuándo participa la halterofilia dominicana en los Juegos Olímpicos?

“Pesas está participando desde los Juegos de Munich, en el 1972, luego en Moscú, en 1980, pero la verdad era que nuestros atletas participan sin ninguna posibilidad. En Barcelona 92, por ejemplo, nuestro mejor atleta, Frank Cepeda, quedó en el décimo lugar.

En Atlanta 96, igual, Alfonso Grullar y Juan Cueto tuvieron buenas participaciones, pero ni siquiera quedaron entre los 10 mejores de sus categorías. En Sidney 2000, por primera vez van las mujeres, Wanda Rijo y Guillermina Candelario, pero sus actuaciones fueron tímidas. En Atenas 2004, Wanda mejora, alcanzando un décimo lugar.

En Beijing 2008, Yudelkis Contreras estaba lista para ganar una medalla, estaba dos del mundo, pero no pudo lograrlo y terminó en el cuarto.

En Londres 2012 ocurrió lo mismo, los recursos no llegaban a tiempo, no se podía hacer una buena planificación y en Río 2016 también estuvimos cerca con Beatriz Pirón, pero pasó lo mismo que los anteriores juegos, y terminó en el cuarto, porque los recursos se entregaban a última hora.

Ahora, para Tokio, tuvimos esos aportes a tiempo, tanto por parte de Miderec como del COD y por eso logramos esas dos medallas”.

Hacia el futuro, ¿cómo ve la halterofilia dominicana?

“Tenemos juveniles que están haciendo alzadas de mayores, el relevo está garantizado y eso se verá en los próximos Juegos Panamericanos Juveniles, vienen también los Centroamericanos y del Caribe, los Panamericanos de Mayores, verán a Beatriz (Pirón), Zacarías a Crimsery, pero también otras caras nuevas con todas las posibilidades de conseguir medallas”.

¿Cuál ha sido el factor principal para estos resultados?

“La clave fue que se pudo planificar, porque los recursos estuvieron a tiempo, sabemos que un atleta no se hace en un año, ni en dos, pero siempre se requiere ese puntillazo que es disponer de los recursos a tiempo, como ocurrió en esta ocasión”.

¿Cuáles serían tus recomendaciones para mejorar?

“Es importante hacerle un llamado a nuestras autoridades, al COD, Miderec, Creso para que no nos quedemos en la burbuja de la victoria que hemos alcanzado en los Juegos de Tokio, sino que esta actuación memorable nos sirva de reflexión, que debemos trabajar cada día más, organizarnos mejor, planificar bien nuestras actividades, que las autoridades tomen en cuenta cosas puntuales en el desarrollo de nuestros atletas, como adecuación de las instalaciones y que se debe construir un centro de alto rendimiento que nos permita, a las federaciones trabajar de forma holgada, capacitación de nuestros técnicos, respaldo económico. A nosotros nos ha dado resultados concentrar nuestros atletas en Jarabacoa”.

Tenemos que fortalecer nuestras estructuras federativas y crear un centro de alto rendimiento, capacitación para nuestros técnicos”