Tranque monetario: préstamos, salvamentos y certificados

Tranque monetario: préstamos, salvamentos y  certificados

He escrito numerosas veces sobre el grave problema del cáncer monetario que tiene por primera vez el Banco Central, por la forma que se realizó el salvamento de Baninter y otros dos bancos. No deseo discutir aquí si la forma fue o no la correcta o si las autoridades actuaron precipitadas y no aprendieron de la experiencia de crisis bancarias en este país, en los Estados Unidos y en la América hispana.

Ahora solo deseo concentrarme en el problema monetario que tenemos, que considero el más grave de la economía y la solución que he planteado en varias oportunidades. El imparable tranque monetario, junto con la crisis financiera del sector eléctrico y la reforma fiscal integral, son los tres más grandes retos inmediatos de la economía y del nuevo gobierno entrante.

Es de esperar que ahora después de las elecciones y bajados los ánimos de toda campaña sucia, se pueda debatir y analizar serenamente y sin pasiones y mentiras, el problema y soluciones de los Certificados emitidos por el Banco Central, que al 30 de abril asciende a RD$ 80,958 millones y que crece en alrededor de RD$ 4,000 millones cada mes por pagos de inteseses, que varían entre 45 % al 60 % anual, una aberración dentro del cuerpo de la economía. Estas cifras son las cuentas por pagar de la institución. Parece increíble que en el Stand by con el FMI o que las mismas autoridades monetarias por sí mismas, no hayan buscado una solución a este problema interno. Se ha optado, el país entero, por cerrar los ojos y muchos inversionistas solo han sido guiados por ganar más intereses, sin tener la menor idea cómo en el fondo se pueden devolver RD$ 80,958 millones. Las emisiones de Certificados son una bola de nieve en centrífuga que tienen que solucionarse.

Hay que comprender que la emisión de CPBC son una consecuencia de la particular manera del salvamento de los tres bancos, sobre todo, el Baninter. El Banco Central ha concedido como emisiones inorgánicas la extraordinaria suma de RD$ 109,350 millones, en forma de adelantos y redescuentos, avances de liquidez, préstamos a bancos colapsados, sus dueños y empresas viculadas para devolver a la carrera el dinero de ahorrantes de Baninter, para absorver pérdidas de cuentas malas y fantasmas, para pagar cartas de créditos del exterior de los bancos y filiales de asuntos propios bancarios o de sus dueños, para pagar ilegalmente a ahorrantes en los bancos fuera del país y para viabilizar la venta del Banco Mercantil y el Bancrédito. El Banco Central se convirtió en el gran vertedero gigantesco del sistema. Estas sumas representan las cuentas por cobrar del Banco Central, que nadie conoce con detalles. Estas dos notables cifras la cuentas por cobrar y las cuentas por pagar crean el gran tranque financiero, que condiciona toda política monetaria y crediticia.

[b]Las facilidades de liquidez[/b]

Este es un tema del que poco se habla y mucho menos se conoce públicamente ningún detalle e información. Las facilidades de créditos del Banco Central, como hemos señalado, ascienden a la extaordinaria suma de RS$ 109,350 millones, o el equivalente en US$ 2,430 millones. Lo primero que debe conocer las Comisiones de Transición es todo lo relativo a esas operaciones, listados, clientes, garantías, activos, colaterales indirectos y, ante todo, la real capacidad de cobro de los mismos. ¿ Ese dinero se puede recuperar o solo una pequeña parte ? La cantidad que sea se puede vender ahora o están en interminables litigios, alguna parte se puede titularizar en instrumentos negociables y se pueden recuperar recursos en efectivo al cierre de las ventas o en plazos diferidos ? En este orden es necesario profundizar en todos los litigios, acelerarlos y comenzar a ejecutar garantías, para empezar a recuper recursos. No debe haber impunidad. Todo esta información es vital para saber realmente con que se cuenta para redimir los Certificados.

Personalmente, no creo que se pueda depender de estas recuperaciones a corto plazo para implementar un esquema de devolución de CPBC. También creo, porque ya los activos principales han desaparecido, los piratiaron o perdieron valor, que ni siquiera se pueda recuperar el 35 %, aunque ojalá yo esté equivocado y desinformado. De todas formas, se debe pasar todos estos activos en calidad de fideicomiso a la Corporación de Recuperación y Saneamiento Bancario (CRASB), que he propuesto. La recuperación de estos activos y recursos ayudarán a redimir Certificados, pero no será la solución. Creo que la CRASB se puede formar por Resolución de la Junta Monetaria, designar a un Director Ejecutivo y un Consejo de Directores mixto, compuesto de dos miembros de la Junta Monetaria, dos funcionarios del Banco Central, un funcionario de la Secretaría de Finanzas y uno de la Superintendencia de Bancos y tres privados de Asociaciones, como el Conep, Asociación de Industrias y otras. La idea es que toda decisión se tome al más alto nivel técnico y político y con la participación de empresarios. Ahora lo principal es que se entreguen todas las informaciones y listados pertinentes.

[b]Soluciones a los certificados[/b]

Las emisiones de Certificados o Bonos es un viejo instrumento, usual de los Bancos Centrales. Se colocan al público institucional a través de las Operaciones de Mercado Abierto y su fin es servir de mecanismo de expansión o contracción del dinero en circulación de un país, dependiendo de la situación de inflación interna, crecimiento, exceso de medios de pagos o situación de las finanzas públicas o las cuentas externas. Su uso es ocasional y anticíclico para resolver coyunturas a corto plazo y su colocación es siempre un porcentaje pequeño y prudente del total de la emisisión monetaria del país. Ni en los textos de política monetaria y banca central, ni en la práctica se utilizan la ventas de CPBC para el rescate o salvamentos de bancos, por ser cifras demasiado grandes, que distorsionarían la política monetaria y ponen en peligro la política de tasas de interés y, por ende, el crecimiento y el empleos. En los Estados Unidos, cuando quebró el sistema de ahorros y préstamos, se creó la «Resolution Trust Corporation» y el salvamento fue pagado por el Gobierno Federal, de asignaciones presupuestarias en varios años, nunca del Sistema de Reserva Federal. En España, igual, el Fondo de Garantía se nutría de fondos del Gobierno, y así se hizo en México y otras naciones.

En nuestro caso el Banco Central recurrió primero a pagar y honrar todas los pasivos personales y corporativos de Baninter y canjeó CPBC a los ahorrantes. Después hizo parcialmente algo similar con los otros dos bancos, pero en menor escala. Eso creó la gran expansión monetaria, que forzó a emitir CPBC para recoger circulante. Así se comenzaron ha realizar las emisiones de Certificados a altas tasas de interés para colocar al público y a los bancos y de esa forma emergió la distorsión y el cáncer crece por día. El Banco Central está ahora atrapado teniendo que pagar y realizar emisiones todas las semanas para reenganchar. Fue un grave error que este tema se dejara en el aire tanto en el primer, como en el segundo Acuerdo reactivado con el FMI. Ahora, el Banco Central debe RD$ 80,958 millones, que con equilibrio y pensando tanto en el respeto a los inversionistas, como al bien común del país, es evidente que hay que buscar una solución viable que ayude a encaminar la economía, bajar las tasas de interés activas de los bancos y asi facilitar la recuperación del crecimiento y el empleo para todos los dominicanos. Que nadie se deje alarmar ni engañar: con creatividad y buen juicio serio, siempre existen soluciones prácticas.

Creo que todas las emisiones de Certificados deben pasar al CRASB, ya que todas fueron emitidas como parte directa o indirecta del salvamento bancario. A medida de sus vencimientos, los CPBC se intercambiarían por Certificados de Saneamiento de esta institución autónoma fideicomisiaria, que gozarán de la doble garantía del Banco Central y del Estado. Los nuevos Certificados se emitirían en siete u ocho escalas y tipos de valores, según el segmento, monto y el vencimiento, desde un año a ocho años, de menor a mayor y los intereses a una tasa igual o ligeramente superior a la banca comercial, para no competir deslealmente con un sector que requiere tanto apoyo. Este sería el único sacrificio que tendrían que aportar los inversionistas actuales, para solucionar en armonía y satisfactoriamente un problema nacional. Se pagarían, en vez de solamente intereses como ahora, cuotas de capital e intereses por cada una de las emisiones que se hagan por escalas de montos. Se le debe dar la máxima prioridad para redimir en menos de un año, los Certificados de hasta RD$ 1.0 millones y de ahí según la escala que se acuerde concensuadamente.

Lo importante es la fuente de recursos para pagar las cuotas de capital e intereses. Los recursos no deben salir del Banco Central, para romper el círculo vicioso de la expansión monetaria. Principalmente, si se difiere en el tiempo y con más bajos intereses, la primera fuente tiene que ser el Gobierno contemplando sus partidas en el Presupuesto, más las ventas de activos y las recuperaciones antes señaladas, para redimir anticipadamente los Certificados de menor a mayor monto. Las ventas de otros activos del Estado pueden aportar a el fondo de rendención en el CRASB. Creo que se podría poner un impuesto del 5% especializado para nutrir este fondo, a los intereses que generan todos los ahorros en la banca nacional y demás intermediarias y estas instituciones sirvan de agente de retención. En circunstancias normales nunca pensaría en gravar al ahorro, pero para solucionar un cáncer que tanto estimula la inflación y la devaluación de la moneda, es una seria contribución de las personas que tienen recursos y rentas. Es un aporte pequeño que podría generar cerca de RD$ 3,000 millones al año. Una suma que ayudaría a cubrir el pago de los intereses. Lo demás deberá provenir de la reforma fiscal.

Lo que toda persona debe pensar es en la absoluta necesidad de enfrentar este grave problema, sin alarmas ni sustos, sino con seriedad y serenidad. Es imposible que la bola de nieve de los Certificados suba cada mes en RD$ 4,000 millones, porque terminaremos pronto como Argentina. Hay que proteger a toda la población, no solo a un grupo rentista que puede contribuir sin ser afectados. No creo que exista algún inversionista que crea que se le pueda pagar intereses del 50 % ó 60 % por tiempo indefinido, pues es insostenible para la economía y para ellos. Estos altos intereses pagados mensualmente con inorgánicos, al final continúan presionando el valor del peso frente al dólar y esto a la vez crea una alta inflación que termina eliminando cualquier suma de intereses generados, resultando en un efecto neutro o negativo, como hemos visto en los últimos meses. Hay que pensar en volver a dinamizar la producción, la construcciones, la agropecuaria y las exportaciones, mejorar la competitividad de la economía y para esto hay que solucionar el problema de los Certificados y reducir las altas tasas de interés en la banca, sino el nuevo Gobierno estará atrapado, igual que todo el sector productivo privado.

Finalmente, las nuevas emisiones de Certificados de Saneamiento del CRASB por el equivalente al Certificados de RD$ 80,958 millones, pueden ser segmentadas por escalas de montos y por destino del inversionista final. Es cierto que hasta que no se conozca la real composición de los Certificados todo ejercicio es de aproximación y metodología, por eso ante todo las autoridades deben entregar todas las informaciones y cifras. Pero se pueden realizar distintas emisiones. Por ejemplo, una Emisión A destinada para la banca e intermediarias que tienen RD$ 28,000 millones en Certificados es bueno porque se les puede permitir incluirlos en el encaje legal. Otra Emisión B, para los RD$ 18,000 millones de ahorrantes directos de Baninter, con una redención a mediano plazo. Y la Emisión C, como RD$ 34,000 millones destinada a todos los inversionistas individuales y compañías, que se debe redimir a corto y mediano plazo. Las AFP que tienen que invertir a largo plazo, se les puede pedir que inviertan hasta el 25 % de sus ahorros en la Emisión A, que estará bien garantizada y un interés competitivo. Igual, las compañías de seguros deberían invertir para sus reservas técnicas. Los nuevos Certificados, como tienen garantía soberana, se les podría utilizar en la capitalización de la banca comercial, como Acciones Subordinadas, que a medida que se rediman forman parte del capital pagado de acciones común.

Al final, un problema de RD$ 80,958 millones y en crecimiento, puede reducirse a menos de la mitad para el público individual inversionista y la otra mitad para inversiones institucionales a mediano y largo plazo. La meta sería devolver primero a los inversionistas menores con la idea que lleven ese dinero como ahorros a la banca comercial y demás intermediarios. Por eso digo, que hay soluciones si se realiza una reestructuración de la deuda interna prudente, segmentada, por escalas de montos, pero protegiendo el interés nacional de todos, tal como se hacen las reestructuraciones externas. En otros trabajos elaboraré más los detalles de esta propuesta, que he variado en parte a medida que recibo buenas críticas y sugerencias. Mi mensaje final, es que el país debe darse cuenta que hay que enfrentar este problema, igual que la crisis financiera del sector eléctrico que requiere también de grandes cambios. Por otro lado, para que la reforma fiscal no sea sobredimensionada, hay que resolver simúltaneamente estos dos dos graves problemas, de lo contrario se necesitará muchos más impuestos. No debe hacerse un sobreajuste fiscal que continue paralizando la economía. Por eso, hay que realizar cirugía y reformas profundas a los tres sectores señalados.

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