Tranquilidad y poco tránsito urbano caracterizan jornada en Semana Santa

Tranquilidad y poco tránsito urbano caracterizan jornada en Semana Santa

Un ambiente de calma predominó ayer en la capital, donde muchos de sus residentes optaron por quedarse en sus hogares, acogiendo el llamado a recogimiento formulado por la Iglesia Católica con motivo de la Semana Santa.

Reporteros de HOY recorrieron distintos sectores de la ciudad y observaron que muchas personas se quedaron en sus hogares compartiendo en familia o jugando dómino con amigos; pero otros aprovecharon para visitar algunos museos y monumentos históricos en compañía de sus hijos.

Contrario a lo habitual, el tránsito vehicular por las calles y avenidas de la capital era fluido y no se registraron tapones, mientras que en sectores como Gazcue, Zona Colonial, Naco, La Fe, La Esperilla, Miraflores y Ciudad Nueva, la mayoría de los hogares permanecían con las puertas cerradas.

En cambio, en los barrios populosos como La Fuente, Guachupita, Gualey, 27 de Febrero, Los Guandules y Espaillat grupos de personas jugaban dominó, escuchaban música en las aceras y se daban sus “tragos”.

«La estamos pasando a nivel de tranquilidad, aquí en el barrio, porque cuando uno sale a la calle, o se encuentra con un borracho o tiene un accidente, como ocurrió en Barahona», dijo Elías Matos, mientras jugaba «pintintín» con varios amigos en el sector Timbeque.

Otros, como Neurys Sánchez, de Guachupita, dijeron que la «dura» situación económica, obligó a la gente a quedarse en sus hogares, aparte de que entiende que muchas personas han hecho conciencia de que estos días son para reflexionar y no para fiestear.

[b]“PLAYA” CALLEJERA[/b]

Como en anteriores Semanas Santas, residentes en el barrio 27 de Febrero y en otros, decidieron «traer la playa al barrio”, donde miembros de juntas de vecinos y demás entidades- incluidos los partidos- en común acuerdo con las autoridades, cerraron varias calles e improvisaron «una playa», como ocurrió en la calle 8 esquina Luis Reyes Acosta, en la “XVIII versión de Sábado Santo Playero del Barrio 27 de Febrero”.

Adultos y menores en trajes de baño, en varias piscinas inflables, con pencas de coco, sombrillas de playa, unas cuantas mangueras, un par de «frituras», arena esparcida en el pavimento y música a todo dar, fueron suficientes para recrear un ambiente playero en el barrio.

Cientos de personas se integraron a esta actividad que año tras año, desde mediado de la década de los 80, organiza la junta de vecinos con la ayuda de comerciantes del sector y el respaldo de policías para garantizar el orden.

«Es mejor hacerlo aquí en el barrio, porque así se gasta menos, estamos cerca de la casa y la gente que no puede salir, también puede disfrutar del ambiente», explicó Víctor Mañón, uno de los organizadores.

[b]COMO BUENOS CRISTIANOS[/b]

Mientras unos disfrutaban a su manera en campos, barrios y playas, otros optaron por imitar a Jesucristo y llevar un mensaje de esperanza a los menos afortunados como ancianos recluidos en los asilos y niños de la calle.

Esto fue lo que hicieron 23 jóvenes católicos de las parroquias Santa Cecilia Inmaculada Concepción, del kilómetro 10 de la Carretera Sánchez.

Explicaron que con los pocos ahorros que tenían, compraron comida, dulces y juguetes y recolectaron sábanas y ropas para llevárselas a los niños callejeros que frecuentan los alrededores del Parque Independencia y El Conde Peatonal.

«Estamos movidos por el amor que Dios nos ha dado, en aquellos que sufren, en aquellos que son más humildes, ahí está Dios y hemos venido a acompañarlos», expresó la joven Mabel Troncoso.

Explicó que otros jóvenes decidieron visitar un hogar de ancianos para compartir el mensaje del señor Jesucristo, con sus residentes.

[b]EN LOS MUSEOS[/b]

Algunos padres aprovecharon el Sábado Santo para llevar sus hijos a visitar el Altar de la Patria, mientras otros fueron a la Plaza de la Cultura, donde sólo estaban abiertos los museos, del Hombre y de Arte Moderno.

José Báez, guía del Museo del Hombre, dijo que la afluencia de público al lugar había sido muy buena, resaltó que el día era favorable para visitarlo y afirmó que en esta fecha hay mejores facilidades de parqueo.

Eduardo Marrero, quien visitó junto a sus tres niños el Museo del Hombre, dijo que estos días son propicios para ir en familia a los museos, ya que en días normales no siempre se dispone del tiempo.

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