POR FERNANDO QUIROZ
El jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, dijo ayer que en la Policía y las Fuerzas Armadas se ha hablado de la posibilidad de traspasar a esa institución efectivos militares como forma de aumentar el patrullaje y la prevención de delitos.

Dijo que para que  los guardias pasen a la Policía habría que someterlos a un proceso de adiestramiento acorde con la función policial, dijo Pérez Sánchez.

Hace siete años, el 25 de agosto del 1997, en su primer mandato, el presidente Leonel Fernández dispuso que 2,000 militares, de los cuales 1,500 eran rasos y 500 cabos, pasaran a la Policía para incrementar el patrullaje, así como para proteger vidas y bienes de los ciudadanos.

«Es de todos conocidos que el adiestramiento del militar es para enfrentar al enemigo externo de la Nación», dijo el jefe policial al periodista Saúl Pimentel del Supercanal 33.

La misión del Policía, dijo, es la de preservar la escena del crimen, la de reunir las evidencias necesarias y, por otro lado, patrullar para evitar que se cometan las infracciones y prevenir que la población sana caiga en el delito.

“Estoy plenamente de acuerdo.  Inclusive han hablado de números, han hablado de que deben de pasarle 10,000 miembros de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional”, precisó Pérez Sánchez ante una pregunta del periodista Sául Pimentel.

El jefe policial informó que hay planes de los que no podía ofrecer detalles.

«Pero me parece que pasando 10,000 tropas de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional permitiría aumentar aún más la prevención. Me explico. No es que no tenemos fuerzas suficientes. Las tenemos, pero sería un servicio con mayor cobertura», agregó. 

Informó que enviado a las calles a labores de patrullaje al personal de departamentos administrativos, de deportes y artísticos, para aumentar la vigilancia y la prevención del delito.

«El pueblo no quiere recreación artística por parte del policía, lo que quiere es que el policía le dé seguridad, bienestar y la tranquilidad de que puede hacer su labor», sostuvo.

La población, insistió, quiere tener la certeza de que, ante un crimen, «que siempre van a ocurrir», la Policía sea rápida y efectiva en identificar los autores y ponerlos a disposición de la justicia.

«Pero no soy quién para decir ‘se va a hacer esto o se va a hacer lo otro’, esa es una tarea reservada a los mandos superiores de la Policía, al señor Presidente de la República, al secretario  de Interior y Policía, y el secretario de las Fuerzas Armadas», indicó.

La Policía, señaló Pérez Sánchez, entiende que esa es una situación hipotética que es plausible, con la condición de que esas personas sean adiestradas durante unos tres meses en labores básicas de inteligencia policial y de prevención del delito.

De no ser así, advirtió, sería peor el remedio que la enfermedad.

AGENTES

La Policía tiene 25,000 agentes, por lo que llegaría a 35,000 si le ingresan los militares.

El traspaso de los 2,000 guardias a la Policía en el 1997 se produjo bajo la jefatura del mayor general José Aníbal Sanz Jiminián.

La orden presidencial fue adoptada, se dijo en la ocasión, para evitar que la capacidad de la Policía fuera desbordada por los delincuentes.