Las aguas cristalinas y montañas verdes son tan valiosas como las montañas de oro y plata. Proteger el medio ambiente es proteger las fuerzas productivas, y mejorarlo equivale al desarrollo de las mismas”; afirmación de Xi Jinping en la Cumbre de Líderes sobre el Clima en abril de 2021. Aunque es un tema de gran urgencia nacional y global es un ámbito intrínseco a la idiosincrasia y cultura china. Los chinos sienten y viven la naturaleza íntimamente en todas sus manifestaciones culturales: música, danza, teatro, artes plásticas.

Al igual que todas las economías avanzadas en sus años iniciales de desarrollo, China es el principal contaminante global, seguido por EEUU, con más de 100 años de desarrollo, país en el que las confrontaciones políticas-partidarias e intereses económicos frenan la lucha medio ambiental. En China, contrariamente, la concertación Gobierno y Partido ha logrado relevantes logros que sorprenden a la comunidad institucional internacional.

En 2013-20 mejoró 40% la calidad del aire – en Beijing 56% -, según mediciones satelitales de la Universidad de Chicago, que lo considera el mayor descenso de polución registrado en un país en tan corto tiempo. EEUU necesitó 30 años. La científica Christa Hasenkopt, coautora del estudio, explicó que en 2013 Beijing sufrió un “airpocalipsis” (apocalipsis del aire) que hizo tomaran conciencia y actuaran en consecuencia. Inmediatamente activaron el Plan de Acción Nacional de Calidad del Aire para reducir la contaminación en 4 años –seguido por otros dos trienales- a lo que destinaron 270 mil millones de dólares. Conjugación de voluntad y recursos dio frutos. El enemigo número uno fue el carbón, aunque sigue siendo esencial para la economía nacional.

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Las renovables aportan 25% de la energía reduciendo la incidencia carbonífera, aún muy fuerte. Se hace énfasis en energía nuclear duplicándose su capacidad de generación entre 2016-20 hasta 47gW con 20 nuevas plantas proyectándose que, para 2035, alcanzarán 180 GW, doble de la potencia de EUA, reduciendo aún más el uso del carbón. Se dispuso reducir la producción de hierro y acero y mayor control sobre la circulación vehicular, aunque llegó en 2021 a 283 millones de automóviles.

Hasta inicios de 2020 China había plantado 122 millones de árboles por lo que la FAO la considera líder mundial en reforestación con un aporte de 25% al incremento boscoso global entre 1990-2020. Además, restauró 4,97 millones de hectáreas en tierras agrícolas como parte del esfuerzo contra la pobreza.

Desde su Constitución China llama a crear y desarrollar una Civilización Ecológica.