Uno de los aspectos que siempre me llamó la atención de  Corea del Sur fue precisamente el desarrollo provincial. Es interés del gobierno coreano el fomento de cada  región enfatizando algún sector productivo. Digamos, por ejemplo,  Busan, se promueve como una ciudad para eventos turísticos e internacionales, además de  centro logístico importante. Inchon, en donde está el aeropuerto internacional, se promueve como un centro de operaciones internacionales.

  En la isla de Jeju, por ejemplo, se promueve el turismo ecológico, de mar, volcanes y piedra. Allí pude visitar un museo de piedra. Y adonde quiera, encontraba las estatuas de piedras talladas, y hasta compré una  con cara de un muñeco, típico de esa zona.

 Incluso cada provincia compite con otras en atracción de capitales e industrias, y en la realización de eventos nacionales e internacionales.

 El presidente Danilo Medina continúa realizando visitas y  otorgando financiamiento a los sectores productivos necesitados  en diferentes provincias. Y eso representa  un buen paso dentro de una estrategia de  desarrollo  provincial, que  de una manera integrada abarque los sectores productivos más importantes de cada región. Los llamados clúster pueden ser clave  en el desarrollo provincial.

 En la visita que realizó a San Cristóbal, el primer mandatario destacó la importancia de revitalizar empresas industriales  que requieren de capital y financiamiento en las áreas de metalmecánica, panadería, ebanistería, electrónica y servicio automotriz.

 Pero San Cristóbal no es solo una provincia industrial, sino también turística, y por eso, el Presidente prometió que daría instrucciones al Ministro de Turismo a fin para que emprenda planes para relanzar el turismo de Palenque. Y se comprometió al otorgamiento de créditos a los pescadores para que compren botes de pesca y botes madre, en los que harían acopio de los peces que capturen.

 En Corea del Sur, el desarrollo provincial es parte de la estrategia nacional de desarrollo de esa nación, que se evalúa, y se definen metas, responsables  y tiempos específicos de cumplimientos.

 Y esa experiencia, bien podríamos emularla en la República Dominicana, no solo contribuyendo también a que las ciudades y provincias no dependan solo del gobierno central, sino que tengan una cierta autonomía en sus recaudaciones fiscales, aunque con un mayor control en sus transacciones. Que en vez de una carga para el gobierno central, se constituyan en una ayuda, y en una solución.  La visión del  Presidente Medina está clara en que hay que trabajar duro para transformar el país, y  así lo está haciendo, visitando las provincias  y  las ciudades y promoviendo su desarrollo.