Gobernar con el ejemplo en lugar de con discursos y declaraciones» es crucial para generar confianza y legitimidad en la gestión gubernamental.
El periódico HOY ha dado voz a destacados profesionales dominicanos, incluido el economista Guillermo Caram, quienes comparten sus ideas sobre cómo abordar los problemas fundamentales del país en esta serie de publicaciones titulada «Si yo fuera Presidente…»
Aunque este ejercicio es hipotético, ofrece una perspectiva educativa valiosa sobre posibles enfoques de políticas públicas para resolver los desafíos nacionales.
Caram, reconocido por su experiencia y trayectoria en el ámbito económico, destaca la necesidad de cambiar la filosofía de gobernar, enfocándose en valores fundamentales como ética, disciplina, orden y austeridad.
En sus palabras, «gobernar con el ejemplo en lugar de con discursos y declaraciones» es crucial para generar confianza y legitimidad en la gestión gubernamental.
Destaca la importancia de cuidar escrupulosamente el patrimonio público, incluyendo aspectos medioambientales, culturales y financieros.
En cuanto a la administración pública, Caram abogaría por una reestructuración radical, eliminando organismos no creados por ley, reagrupando organismos bajo ministerios y concentrando oficinas en locales públicos.
Además, propondría la aplicación rigurosa de la Ley de Función Pública y un estricto control sobre las asignaciones a organizaciones no gubernamentales (ONGs) y gremios profesionales.
El experto también enfatiza la necesidad de evaluar la acción gubernamental en función de los resultados obtenidos, más que en el monto de dinero gastado.
Lo fiscal: piedra angular de la economía
En cuanto a la primera política pública que abordaría, centrada en lo fiscal, Caram haría hincapié en la importancia de cumplir con el mandato constitucional de velar por la buena recaudación y fiel inversión de las rentas nacionales.
Implementaría medidas concretas para mejorar la recaudación, como facilitar la tributación mediante la simplificación de trámites y tasas justas y fácilmente administrables.
“Frenaría las evasiones, situadas sobre 60%, causadas por la corrupción, contrabandos, exenciones no establecidas por ley, informalidad situada en más del 50%, tributación complicada, negligencia administrativa y discrecionalidad tributaria de funcionarios”, explica.
Estas medidas incluirían la congelación de puestos y salarios, la prohibición de la remuneración múltiple de funcionarios, y la sujeción de viáticos y gastos de representación a la Ley de Salarios 105-13, con el objetivo de promover una cultura de austeridad y eficiencia en el gasto público.
Si el ingeniero Caram fuera el presidente constitucional de la República, haría una aplicación estricta de la evaluación anual de desempeño y reduciría la jornada laboral a 32 horas, con una correspondiente disminución de gastos en personal.
Asimismo, buscaría limitar la publicidad institucional para evitar el culto a la personalidad y el proselitismo. Reduciría los actos espectaculares a lo estrictamente necesario para evitar distracciones y gastos innecesarios.
Una economía centrada en satisfacer necesidades
En relación con la segunda política pública, enfocada en reorientar la economía hacia la satisfacción de necesidades, el ingeniero Caram señaló que rompería con el modelo rentista actual, donde las decisiones de inversión se basan en la búsqueda de altas rentabilidades.
En un mandato suyo, se propondría reducir el déficit fiscal para liberar recursos en la economía, lo que permitiría bajar los costos del crédito y aumentar la inversión en sectores productivos como la agricultura e industria.
Además, destaca la importancia de fomentar una cultura de competencia y competitividad para impulsar el crecimiento económico justo y distribuido.
Establecería medidas para liberalizar precios en sectores claves como combustibles y energía, así como también reorganizaría el sistema eléctrico.
El ingeniero Caram eliminaría la fijación de márgenes para administración y transporte en los precios de los combustibles. Bajo esta propuesta, el Estado continuaría cobrando impuestos sobre los combustibles, pero se instauraría una competencia de precios entre los distintos proveedores, lo que podría traducirse en beneficios para los consumidores.
Apostaría a que la Refinería Dominicana de Petróleos (Refidomsa), asuma un rol más activo como monopolista en el mercado, ejerciendo presión hacia la reducción de los precios. Esta medida, según el ingeniero, podría contribuir a una mayor eficiencia en la cadena de suministro y a la estabilización de los precios de los combustibles.
El ingeniero propondría una reorganización del sistema eléctrico nacional, que incluiría la eliminación de las empresas distribuidoras. En su lugar, se regionalizaría el servicio eléctrico, integrando verticalmente a los generadores y distribuidores.
Bajo esta nueva estructura, el mayor generador regional lideraría la distribución de energía eléctrica, lo que, según Caram, podría contribuir a reducir el subsidio eléctrico y mejorar la eficiencia en el sector.
Finalmente, destacó la importancia de garantizar la competencia en el sector de transporte de carga.