Al participar recientemente en una conferencia que dictara el conocido periodista Andrés Oppenheimer, pudimos apreciar cómo países similares a la República Dominicana han podido transformarse de la pobreza a la bonanza.

Oppenheimer dictó una conferencia al celebrarse los 40 años de la fundación de la firma de seguros Ros y Asociados.

En la conferencia se destacó cómo ciertos países, en menos de 40 años, han logrado salir de la pobreza y hoy disfrutan de desarrollo y bienestar.

Se citaron países como son Singapur, Malasia y Corea del Sur, entre otros. Estos  países hace 40 años estaban más atrasados que la República Dominicana, mientras hoy exhiben bienestar y una real prosperidad generalizada.

La pregunta es, cómo lograron estos países  transformarse de Estados pobres a unos prósperos. La repuesta fue educación, educación y más educación.

Una comparación que nos impactó fue de los papeles moneda de Singapur y de la República Dominicana.

Singapur, un pequeño país del sur asiático, parte de la mancomunidad,es un ejemplo mundial de desarrollo y prosperidad.

En el caso de Singapur su billete de papel moneda de un dólar tiene impreso  a muchos niños en una escuela y un libro grande. El mensaje es “niños educados simbolizan un futuro próspero”.

Por su parte, el peso dominicano tiene a nuestros tres padres de la patria, hombres muy meritorios, pero que simbolizan el pasado.

Otro común denominador que tienen las poblaciones de países que han logrado salir de la pobreza es que los libros más populares y vendidos son aquellos libros sobre temas de superación personal. En los países de América Latina, contrariamente, los libros más populares son los relacionados a la historia, o sea asuntos del pasado. 

Estamos en una época de reflexión de fin de año, el 2012 termina y comienza otro año nuevo.

Veamos los ejemplos de  lo que  han logrado países como Singapur, Malasia, Mauricio, entre otros. Copiemos esos ejemplos.

Otros elementos que a nuestro entender se requiere además de la educación para lograr transformarnos, son el incentivar la inversión extranjera y cero tolerancia a la corrupción e incapacidad.

La inversión extranjera positiva ha probado ser imprescindible para que los países logren prosperidad y desarrollo. Los países exitosos protegen la inversión extranjera que provee los recursos y la tecnología que requiere el desarrollo.

El Gobierno que recién comienza en nuestro país, lo percibimos bien intencionado y el mismo comienza a dar pasos que pueden facilitar lograr la prosperidad generalizada que todos los dominicanos aspiramos.

Seamos optimistas, es posible lograr superarnos y transformar la R.D.