Transición en Cuba

Transición en Cuba

UBI RIVAS
El súbito quebranto en la salud del comandante Fidel Castro, hombre fuerte de Cuba desde el 01-01-59, ya hacen ¡48 años!, acaecido el 31 de julio último, cuando fue intervenido de un problema gástrico en La Habana, supone el inicio de una transición que culminará con el retorno al viejo orden, es decir, al capitalismo.

La verdadera dimensión y/o causa del quebranto del conductor de los destinos cubanos no es lo que en realidad incide o importa en el próximo devenir político de la otrora Perla de las Antillas, sino como evolucione el inexorable nuevo fait acompli político y económico.

Lo cierto es que el quebranto de Fidel, como lo llaman sus fieles, que no son pocos tanto dentro como fuera de Cuba, resulta y viene a ser el inicio de un cambio que nadie, absolutamente nadie, podrá detener ya, y que comenzó a caminar justo ese julio 31.

En su lecho de convaleciente, donde deberá permanecer por unas tres semanas, el comandante dispuso la nomenclatura dirigencial de poder hasta su total recuperación que como cristianos, todos deseamos pronto y total, aunque su realidad, de concretizarse, tampoco ya variará el esquema que ha iniciado su ciclo hacia el cambio inexorable.

Cuba sigue disponiendo de los atractivos financieros gratos de siempre que antaño estructuraron el azúcar, «la azucarera de mundo» la identificó el profesor Juan Bosch en su obra estupenda Cuba: La Isla Fascinante; sigue ahí mismo, a 90 millas de las costas floridanas que se negocian inclusive a bordo de un frágil esquí o un catamarán, y que los «people boute» han demostrado su breve aunque riesgoso trayecto al descampado.

En la nomenclatura bursátil de hogaño, Cuba ha desarrollado dos puntos que inclusive reconocen los organismos afindes de las Naciones Unidas en materia de salud en la OMS y en la educación, en Unicef.

En estos luengos 48 años, Cuba ha desarrollado un importante aspecto en materia petrolera con yacimientos nuevos que le permiten cubrir un 35% de sus necesidades mientras la otra 65% es suministrada por el presidente venezolano Hugo Chávez todos sabemos en que condiciones bonancibles.

Cuba mantiene la mina de níquel más importante del Hemisferio Occidental y aunque su estructura azucarera ha mermado al socaire de los desincentivos en la vital mano de obra que deprime el desinterés por lo que no es recompensado conforme al instinto egoísta visceral en la condición humana, aún es capaz de producir unas cuatro mm de toneladas métricas anuales del dulce.

También ha desarrollado una impresionante infraestructura turística a lo que se añade su máxima seguridad sin dispositivo de vigilancia porque simplemente a quien se le ocurra asaltar a un turista es lo último que hace en su existencia.

¡Cómo hace falta ese expediente en áreas cercanas, caballero!

Es decir, que describimos los soportes firmes para un relanzamiento del viejo orden, a lo que es menester uncir el impresionante poder financiero de La Petit Habana de Miami, donde millares de opulentos cubanos están prestos a invertir caudales apreciables en varios modos de ganar dinero al palio del sistema capitalista.

Para los más recalcitrantes, eso es un imposible, pero es menester volver la mirada a agosto 1989 cuando sin disparar un tiro ni propinar un pescozón cayó el Muro de Berlín y con el se derrumbó el sistema capitalista de la entonces URSS que por 71 años frenó el desarrollo de Rusia, Hungría, Rumanía, Checoslovaquia, Polonia, Estonia, Letonia Lituania, Bulgaria y Alemania Este.

El comandante y el todopoderoso politburó en estos momentos han debido reflexionar en relación a estas instancias y recordar al vocalista mexicano José José cuando entona: «Todo es por un tiempo, y hasta la belleza cansa», además que todos somos necesarios, pero nadie, nunca, imprescindible.

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