El movimiento cívico Participación Ciudadana reveló ayer que un último estudio de Transparencia Internacional sobre los índices de la percepción de la corrupción ubican a República Dominicana en el número 99 de 180 a nivel mundial y en el lugar 21 de los 31 de América Latina y el Caribe.
Isidoro Santana, coordinador de la Comisión de Transparencia de la organización, dijo que conforme al estudio, los niveles de corrupción en el país se mantuvieron igual que en el 2008, con un índice de 3.0.
Indicó que la puntuación alcanzada por el país este año es mucho menor que la de varios países del área, lo que calificó como preocupante. A República Dominicana le siguen Jamaica, Argentina, Bolivia, Guyana, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Haití.
La República Dominicana mantiene este año la misma puntuación del año pasado, con un índice de 3.0, en escala del 0 a 10, nivel muy bajo que denota la percepción internacional que nos ve como un país en el que existe una corrupción rampante, afirma el informe del capítulo nacional en República Dominicana de Transparencia Internacional.
El documento de la entidad no gubernamental llama la atención sobre los nefastos efectos que tiene la corrupción para los ciudadanos de diferentes partes del mundo, muy particularmente para los más pobres.
El documento firmado por la señora Huguette Labelle, presidenta de Transparencia Internacional, afirma que en una época en la que abundan los paquetes de medidas de estímulo, desembolsos rápidos de fondos públicos y estrategias para garantizar la paz en todo el mundo, es esencial identificar el modo en que la corrupción obstaculiza las buenas prácticas de gobierno y rendición de cuentas a fin de interrumpir este círculo vicioso. Esta expresión aplica al pie de la letra a la República Dominicana en estos momentos.
El documento afirma que lamentablemente mientras más pobres son los países más débiles suelen ser sus instituciones, son terreno fértil para las prácticas corruptas.
La frase
Huguette Labelle
En una época en que abundan los paquetes de medidas de estímulo y desembolsos rápidos de fondos públicos es necesario identificar el modo en que la corrupción obstaculiza.
Las claves
1. No bastan las leyes
Cándido Mercedes, de Participación Ciudadana, cree que no solo valen las leyes para combatir la corrupción. Sostuvo que se necesita voluntad política y una revolución ética y moral para que la gente cambie de voluntad y de valores. Dijo que en el país en los últimos 5 años se ha creado una infraestructura jurídica bastísima en materia anticorrupción, lo que es necesario, pero no suficiente.
2. Cultura política
Entiende Mercedes que la ley representa apenas un 20 por ciento de los mecanismos que se necesitan para hacer frente a la corrupción. No hay ninguna voluntad; es la cultura de la impunidad y de la complicidad a lo largo de todo el tejido social en la República Dominicana, de tal manera que parecería que estuviéramos en medio de una descomposición social.