Transparencia política

Transparencia política

UBI RIVAS
El día 3 del presente mes de abril, HOY insertó una noticia en la que reseñaba declaraciones del vicepresidente del PRD, ingeniero Julio Maríñez, conforme la cual anunciaba las pruebas anti-dopaje a los candidatos a alcaldes y legisladores en la venidera contienda electoral de término medio de mayo 16 próximo.

La decisión del PRD expresada por su vicepresidente, se anexa y valida la formulada por la presidenta del CONEP, Elena Viyella de Paliza, en el sentido de que los candidatos a posiciones electivas deben exponer un resumé (curriculum)  a la JCE, explicando sus calidades, aptitudes, experiencias y evolución personal.

A esas sendas propuestas es menester añadir que los políticos todos, no solamente los que optan por posiciones electivas, deben anexar al curriculum a remitir a la JCE, un examen siquiátrico, otro de buena conducta expedido por la PN, que debiera ser la Procuraduría General de la República, y finalmente un certificado de la DGII para clarificar cómo cumplen los políticos su obligación de tributar al Estado.

Los políticos se han desenvuelto a partir de los tiros redentores del 30-05-61 como los chivos sin alcabala, usan privilegios irritantes, sobre todo los legisladores, montados todos en yipetones, portando pistolones, con choferes y escoltas con caras de pocos amigos, disponiendo de todo eso como un sine quanom, porque de no, entonces no se sienten importantes, creen que no son gente.

Se mudan de barriadas y pueblos residiendo en casuchas y algunos de a pie y otros en carritos destartalados, a sectores residenciales, con casas y apartamentos y vehículos que en muchos casos no son posibles de justificar, explicar de dónde surgió tan rápido tanta bonanza.

Responde esa actitud a una marcada conducta de los políticos que nos gastamos, con excepciones para que confirmen la regla, a una evidente óptica de proceder en sentido de grupos, no de ninguna manera enarbolando un proyecto nacional y así la democracia que nos gastamos, naufraga, fracasa, porque desnaturaliza, boicotea y descamina sus fines altos.

El 24 de marzo último, el periódico La Información, en su primera página, insertó una declaración de monseñor Francisco José Arnaiz en la cual el ilustre prelado afirmaba en relación a lo que aprecia el fracaso de los políticos dominicanos porque simplemente desde que se encaraman en el poder, no han resuelto los problemas fundamentales de la sociedad dominicana. ¿O lo han resuelto?

Este es el país en que en proporción a sus diez millones de habitantes dispone del mayor índice de yipetas, pero no obstante, sigue siendo un país de cubetas y chancletas, y así, esa proporción, deviene en un enorme fiasco nacional, el cual no es posible atribuir responsabilidad alguna a los marcianos.

En el país no hay un solo relleno sanitario para sepultar la basura y reciclar los metales, vidrios, plásticos, cartones y convertirlos nueva vez en dinero. ¿Digo un embuste?.

En el país hay un déficit crónico de ambulancias y en la inmensa mayoría de los casos de emergencias de poblados y campos es menester transportar a los enfermos en una colchoneta tendida en la cama de una camioneta. ¿O miento?.

Es decir, que los tres partidos políticos mayoritarios que han capturado el poder no enfrentaron estos graves problemas, como tampoco procurar alternativas energéticas para reducir la factura petrolera que se traga RD$80 mil mm/año, y ahora el PLD es que está intentando hacerlo.

No hay una política para sacar del país a más de un millón de haitianos, los métodos anti-crimen apenas se esbozan ahora con Barrio Seguro, y los requisitos que se anuncian para transparentar el mundo político bien podría contribuir a iniciar, organizar y morigerar ese importante apéndice nacional.

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