Transportan a Holanda a víctimas de avión malasio

Transportan a Holanda a víctimas de avión malasio

HRABOVE, Ucrania. Dos aviones de carga, uno holandés y el otro australiano, transportaron otros 38 féretros con víctimas del desastre aéreo de Malaysia Airlines a un centro forense en Holanda para su identificación e investigación. Los aviones despegaron el sábado de Járkiv, una ciudad controlada por el gobierno central, a donde fueron trasladados los cadáveres desde el lugar donde cayó el avión en territorio controlado por separatistas prorrusos.

Durante la tarde aterrizaron en Eindhoven, donde los féretros fueron colocados en carrozas fúnebres en una ceremonia solemne. Las autoridades dijeron que los vuelos se llevaron al último de los 227 féretros con las víctimas que habían sido traídas a Járkiv en un tren refrigerado. Funcionarios indicaron que la cifra exacta de personas en los féretros aún debe ser determinada por expertos forenses en Holanda, a donde Ucrania accedió a enviar los cuerpos. Los observadores internacionales sostienen que todavía hay restos humanos en el lugar del derribamiento.

El acceso al lugar ha sido limitado debido a interferencias de los rebeldes y preocupaciones por la seguridad. Más de 200 expertos forenses trabajan en un cuartel militar en Hilversum, ciudad del centro de Holanda, en la identificación de cadáveres y restos humanos recuperados del lugar del accidente del jet que fue derribado el 17 de julio en Ucrania en un incidente que mató a las 298 personas a bordo, pasajeros y tripulación.

Funcionarios de Estados Unidos y Ucrania dicen que el avión fue derribado por un misil disparado desde territorio rebelde, probablemente por error. Por otra parte, los padres de una mujer que murió en el vuelo 17 de la aerolínea malasia viajaron desde Perth, Australia, para conmemorar a su hija en el lugar del hecho en el este de Ucrania. Jerzy Dyczynski y Angela Rudhart-Dyczynski, padres de Fátima, de 25 años, entraron en territorio ocupado por los rebeldes hasta los campos donde cayó el avión en las afueras del pueblo de Hrabove. Las 298 personas que iban a bordo murieron.

El último contacto que tuvieron con su hija fue cuando abordó el avión en Ámsterdam, con destino a Kuala Lumpur, el 17 de julio. Rudhart-Dyczynski dijo que “prometimos a nuestra hija que vendríamos”. Mientras que la familia de dos hermanos muertos en el desastre aéreo acusó el sábado a la aerolínea de mostrar una postura inflexible y burocrática, y explicó que Malaysia Airlines no les ha ofrecido terapia psicológica profesional ante la pérdida en más de una semana y se rehusó a organizar un vuelo a Houston para la abuela de los dos hermanos.

Harun Calehr, tío de Miguel y Shaka Panduwinata, dijo que la frustración de la familia ha aumentado mientras sienten que tuvo que regatear la ayuda de la aerolínea durante los días posteriores a la caída del Boeing 777. “Ya saben, uno esperaría que se mostrara más compasión, más comprensión y no una actitud tan inflexible y burocrática respecto a todo lo que necesitamos”, dijo Calehr. “Tuvimos que luchar por todo lo que hemos obtenido”.

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