En el servicio del transporte de combustibles en el país no hay monopolio.
Las empresas transportistas operan en base a autorización del Estado a través de concesiones otorgadas por la Secretaría de Industria y Comercio (SEIC).
La tarifa a cobrar por el servicio es fija, actualmente es de RD$3.00 por galón de carburante transportado.
Para obtener las concesiones, las empresas del transporte de combustibles deben cumplir una serie de exigencias. Van desde la obligación de poner el volante de los camiones en mano de conductores especializados, a disponer de sistemas específicos en las unidades que usan para envasar el carburante que trasladan, entre otros requerimientos.
Así lo explicó a Hoy el presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Combustibles (ANADEGAS), el ingeniero Juan Ignacio Espaillat.
En su opinión, esta modalidad ha traído como resultado que los usuarios están satisfechos con la estructura en dicho servicio, pues en este sistema, para la emisión de permisos de operación en el traslado de combustibles todos deben ser medidos por la misma vara. Y consecuentemente, no hay monopolio y discrecionalidad en la tarifa.
La modalidad en cuestión permite, según Espaillat, que en el proceso de selección para otorgar estas concesiones haya una situación horizontal.
Aunque no se escapa, y eso es especulativo de mi parte, que el actor que esté dando los permisos quiera perjudicar a alguien por favorecer a otro.
Pero en este proceso si el que otorga el permiso perjudica a alguien (a un solicitante), el afectado puede acudir a un Comité Contencioso Administrativo a reclamar su derecho, explicó Espaillat.
Es mejor. Este procedimiento es mejor que cualquier otro método que se pueda desarrollar, comenta Espaillat refiriéndose a la forma de gobierno para conceder las licencias de operar a los transportistas de combustibles.
Diferencia de tarifas. Para dar una idea del impacto de la forma como se maneja el sector del servicio de transporte terrestre de combustibles y cómo lo hace el de cargas normales, citó la diferencia de precios en las tarifas entre ambos. Por ejemplo, de acuerdo a sus datos, un tanquero de combustibles para trasladar de Santo Domingo a Montecristi diez mil galones cobra RD$30,000. Mientras que ese mismo volumen de carga normal, en un furgón haciendo igual ruta, los transportistas de carga están cobrando entre RD$45,000 y RD$52,000 por el servicio, expuso.
En su opinión, los transportistas de carga han impuesto una estructura de servicios sin equilibrio de parte del Estado, y esto perjudica el desarrollo de los pueblos. Ese es un tema que debería estar en el debate nacional, porque es una situación de preocupación para cualquier sociedad. Cree que los transportistas de carga se han convertido en monstruos.
La cifra
26 empresas. Son las que se dedican a transportar combustibles a todo lo largo y ancho del país. Esta cifra incluye también a los transportistas de los diversos tipos de combustibles, incluyendo el gas licuado de petróleo (GLP). Son unidades especializadas denominadas tanqueros, con estructuras adecuadas para esa actividad.
Otro transporte
Ignacio Espaillat, al pedírsele una recomendación tendente a mejorar las estructuras operativas de servicios de transporte de otros sectores de la economía donde con frecuencia se denuncia la existencia de monopolios y caos, dijo que la situación que se da en el transporte de pasajeros, especialmente, es aberrantes lastimosa.
Es una situación de irresponsabilidad de parte de los que dirigen nuestro Estado. El Estado ha llevado el transporte a ser una cenicienta, y no ha tenido la destreza de llevarlo a ser un servicio de comodidad y estabilidad a favor de los usuarios.
Argumentó que el precio que se cobra en el transporte de pasajeros no se compensa con los costos que implican las inversiones de los transportistas de este sector.
Con relación al transporte de carga, específicamente, Espailat deploró la forma como esos transportistas imponen sus servicios en los muelles.