El transporte público de pasajeros recibe subsidios por US$50 millones al año, unos RD$1,975 millones, US$14 millones para gas licuado de petróleo a través de Bonogas y US$36 millones para diesel, sin impuestos, inversión que no tiene sentido, según el exdirector de la Autoridad Metropolitana de Transporte (OMSA), Onéximo González.
Afirmó que ese subsidio facilita el mantenimiento de un sistema de transporte urbano deficiente, peligroso, inhumano, costoso y contaminante, estructurado por más de 16,000 carros de concho y 2,800 micro y minibuses, con más 25 años.
Gónzalez dictó anoche una conferencia en el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) sobre el transporte urbano, donde abogó porque en el país se imponga un sistema que respete la integridad de las personas.
Consideró que el país está gastando el 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) en los problemas de tránsito, sobre todo las secuelas de muertes y heridos y daños emocionales.
En el país hay unos 205 sindicatos de choferes y 12 federaciones que reciben privilegios económicos, algunos de los cuales venden en el mercado, con precios de descuento, el combustible que reciben subsidiado. Otros reciben sin prestar servicios el privilegio de RD$41,040 anuales a través del Bonogas.
Cuestionó las operaciones de la OMSA, que pierde entre un 30 y un 40% debido al sistema de gestión de recaudación del pago en efectivo de los pasajeros a choferes y cobradoras en tanto que el mantenimiento de la flota de autobuses en 2011 fue de US$1.52 por kilómetro, cinco veces más que los estándares internacionales, que es US$0.30.
La demanda de 3.0 millones de pasajeros al día genera RD$60 millones diario, RD$1,200 millones al mes y RD$14,400 millones anuales, recursos que según González son gastados o dispendiados por choferes, cobradores y dueños de las unidades.
El uso de motocicletas para el transporte de pasajeros causa el 60% de las 4,000 muertes anuales por accidentes de tránsito.