Transporte trabaja normal en Nueva York

Transporte trabaja normal en Nueva York

NUEVA YORK (AFP).- Nueva York amaneció ayer, viernes, sin la temida huelga total de transportes públicos, después de una noche de negociaciones entre los sindicatos y la patronal que acabó sin acuerdo pero también sin afectar a los más de siete millones diarios de usuarios de metro y autobuses.

Los sindicatos rechazaron la última oferta de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), pero en vez de parar por completo decretaron un paro en sólo dos líneas de autobús del barrio Queens.

La huelga podría ir ampliándose a otras líneas y medios de transporte en los próximos días, dijeron los representantes de los trabajadores, aunque no existe de momento un calendario para ello.

“Esta noche la junta ejecutiva votó a favor de empezar una serie de huelgas empezando por algunas líneas privadas de autobús y extendiéndolas luego a las propiedades de la MTA”, dijo Roger Toussaint, presidente del capítulo de Nueva York del Sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU, en sus siglas en inglés).

El anuncio se hizo de madrugada y acabó momentáneamente con la temida posibilidad de un día de caminatas, multitudes en el puente de Brooklyn y tráfico de infierno para los trabajadores neoyorquinos.

El paro debía empezar la medianoche del jueves al viernes, justo cuando expiraba el pasado convenio, pero llegado el momento ambas partes seguían negociando y lo hicieron hasta la mañana.

“Negociamos hasta bien pasada la fecha de caducidad de nuestro contrato porque queríamos un acuerdo y aún lo queremos”, dijo Toussaint, calificando de “insulto” la actitud de la MTA en la última fase de las negociaciones.

   Según medios locales, la MTA ofreció un aumento de salarios del 9% en tres años, lo que supone una mejora respecto a su oferta anterior de subirlos 6% en 27 meses.

   Los trabajadores quieren un incremento salarial del 7% anual en 36 meses, es decir 21% en tres años, argumentando que merecen beneficiarse del excedente de 1.000 millones de dólares que presentan las cuentas de la MTA.    Las autoridades municipales habían estimado que una huelga total de transportes públicos hubiera costado entre 400 y 600 millones de dólares diarios a la ciudad.

   La cifra incluye los impuestos no recaudados, las horas extras de los policías y la pérdida de ventas en plena temporada navideña.

   La última vez que los transportes públicos de Nueva York vivieron una huelga fue en 1980.

   El paro duró 11 días, costó a los sectores privado y público alrededor de 1.000 millones de dólares y llevó a Ed Koch, alcalde en aquel momento, a comparar el caos creado con el que vivió Londres durante los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial.

   En esta ocasión, el alcalde Michael Bloomberg había anunciado un plan de emergencia que incluía medidas como permitir la entrada a Manhattan sólo a vehículos con cuatro o más ocupantes, y autorizar a los taxis a recoger varios pasajeros.

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