Los transportistas de pasajeros en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) siembran el caos no solamente en el tránsito, sino  también con el alto volumen de sus equipos de música  y el uso del espacio público como sanitario.

La situación es tan grave que vecinos de la Ciudad Universitaria se han acercado al rector de la UASD para que tome medidas en cuanto a no permitir que los minibuses y carros del concho se detengan en las entradas del campus universitario,  por los taponamientos que provocan.

Autobuses, minibuses y carros  tienen los alrededores de la UASD como su principal terminal, debido a que se nutren principalmente de los estudiantes procedentes de todos los barrios y comunidades del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, así como de localidades del interior donde no hay extensiones de la universidad.

Vías como la Alma Mater, José Dolores Alfonseca,  Santo Tomás de Aquino y Correa y Cidrón han sido convertidas en  las paradas predilectas de  autobuses y carros que han seguido su ritmo a pesar de que el Metro de Santo Domingo cruza por la zona y cuenta con tres paradas en menos de dos mil metros.

María Reyes, residente en la avenida Santo Tomás de Aquino, salió al frente para denunciar que los choferes de guaguas cierran  las dos vías y hasta las entradas de las viviendas.

Fue más lejos y señaló que los conductores y cobradores utilizan las paredes de la UASD y la isleta central de  la avenida para hacer sus necesidades fisiológicas a cualquier hora del día y de la noche, sin importar las familias que habitan en el área.

“Con frecuencia uno sale al frente y se encuentra con heces fecales o un hedor a orina, porque esto ha sido convertido en una sanitario”, expresó Reyes, quien a duras penas pudo llegar hasta los reporteros debido a quebrantos de salud.

¿La clase baja?.  El profesor Freddy Ureña, de la facultad de Ciencias Económicas y Políticas, definió la situación como muy difícil, ya que los choferes se han apoderado de la zona, trayendo consigo “todos los vicios que existen en los sectores marginados”. Citó el caso de una cuñada que hace dos meses caminaba por el área y fue asaltada para quitarle un anillo de graduación a plena luz del día. Tampoco se respeta las propiedades públicas y privadas, dijo.

Instó al rector de la UASD  poner freno a los choferes,  y dijo que de lo contrario entrarían al recinto a buscar sus pasajeros.

De su lado, Miguel Gómez cree que la zona ha sido convertidas un mercado, donde se escucha de todo tipo de frases descompuestas por parte de choferes y cobradores,  “la misma conducta que existe en los sectores con el más bajo índice de educación”.

Las claves

1. El caos

Los autobuses, minibuses, mimcrobuses y carrros del transporte de pasajeros han convertido la  Ciudad Universitaria en un verdadero desorden.

 2.  Se define política

El director de la OTTT,  Ángel Segura, admite el desorden en el transporte, pero dice que el Gobierno define una política del sector.

OTTT responde

El director de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) Ángel Segura, atribuyó el desorden que existe en el servicio de pasajeros a la falta de definición de una verdadera política de planificación del transporte,  que comienza a  vislumbrarse con la llegada al poder del presidente  Leonel Fernández. El funcionario también atribuyó el desorden en el tránsito  a la falta de educación en los conductores, así como a la aplicación de la Ley. Entrevistado en su despacho de la OTTT, Segura consideró que la dispersión de entidades ligadas al servicio es una retranca. De ahí que el Gobierno someterá  al Congreso en la próxima legislatura un proyecto de ley para la creación del Código del Transporte que, entre otras cosas, unifica en un solo organismo  las diferentes entidades. Precisó que fue en la primera gestión del presidente Fernández cuando se comenzó a dar carácter al transporte, con la creación de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa), la creación de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) y la construcción del Metro de Santo Domingo. 

Promesa

Explicó que dentro de pocos años se  observarán  cambios en el transporte, “ya que hay programada la construcción de  terminales en las afueras”  con la finalidad de sacar del  centro de la ciudad miles de guaguas y carros. Cree que con la construcción de esas  terminales  se terminará con el establecimiento de paradas fijas en las calles y avenidas.