POR LLENNIS JIMÉNEZ
Dueños de minibuses del transporte de pasajeros, por un lado, y choferes y cobradores, por el otro, se enfrentaron ayer en la terminal que opera en la calle Ravelo frente al Parque Enriquillo y desde la media mañana paralizaron el servicio durante dos horas.

La Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) tuvo que intervenir en el conflicto y tomar el control del transporte de pasajeros hacia Baní.

Los conductores y cobradores estuvieron representados en el conflicto por la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), que preside Juan Hubieres, y los propietarios por el Consejo Nacional de Transporte (CONARA) que encabeza Antonio Marte.

En el conflicto debieron intervenir agentes de la Policía y de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET).

Desde varios meses los dos grupos acordaron que la terminal de Baní la dirija CONATRA y la de la capital los choferes y cobradores.

Hubieres se presentó ayer a la terminal de la calle Revelo a exigir respeto para los choferes y cobradores, quienes acusan a la directiva de CONATRA de apropiarse del fondo que habían creado para responder por los problemas de enfermedad y muerte de sus miembros.

Los propietarios de las unidades y los choferes y cobradores se acusan mutuamente de las irregularidades ocurridas en la administración de la ruta y los fondos recaudados.

El problema se suscitó a partir de que la Asociación de de Minibuses Banilejos(ASOMIBA), afiliada a CONATRA y que preside Erasmo Santana, le exigió al Sindicato Unido de Choferes y Cobrados (SIUCHOMIBA), de FENATRANO, el manejo de las finanzas de la ruta de Baní, lo cual le fue rechazado.

Un chofer declaró que los dueños de los minibuses quieren sacarlos junto a los cobradores, para sustituirlos por trabajadores que correspondan a CONATRA.

Manifestó que el problema ocurre también porque los dueños de los minibuses quieren operar la terminar de la Ravelo, en la que tienen una cafetería y una oficina de envíos de valores y valijas, por cuyo servicio se cobra.

Señaló que se mantendrán en la terminal porque el local, que pagan desde hace 18 años, no es de ASOMIBA. «Ellos lo que tienen aquí son las guaguas que movemos nosotros».

Planteó que ASOMIBA procura recaudar los RD$5,000 que pagan los conductores para entrar a la ruta de Baní y los RD$2,500 que deben entregar los que quieren ingresar como cobradores.

El salario que recibe un conductor de estos autobuses es un 25% de lo cobrado durante el viaje. El cobrador obtiene un 10% del valor.