Próximo a cumplir 55 años en un activismo político que lo catapultó como “el partido de las grandes mayorías” en la República Dominicana, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) asiste por primera vez sin candidato propio a unas elecciones presidenciales para respaldar al de otra organización política que nació de sus entrañas: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Un análisis del desempeño electoral del PRD desde el 1962 cuando cuando Juan Bosch a la cabeza obtuvo su primera victoria y la decisión ahora de su actual presidente, Miguel Vargas Maldonado, quien abdicó de su candidatura para apoyar la reelección del presidente Danilo Medina, parece indicar que el partido blanco camina, cual “equilibrista” sobre una cuerda floja y con dificultad para mantenerse en ella.

Todo eso producto de las contradicciones internas iniciadas en 1963 tras el derrocamiento del presidente Bosch y que han continuado en el tiempo, truncando, la mayoría de las veces que lo ha intentado, las posibilidades del PRD de acceder al poder y aplicar los principios democráticos que le dieron esencia, basados en “democracia, sufragio efectivo universal, no reelección”.

Su desgaste por esas luchas encabezadas siempre por sus principales líderes, Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Hatuey De Camps, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado, son evidentes.
La ruptura no solo ha sido con sus postulados, sino también con sus estructuras, de la cual han salido otras fuerzas políticas que lo han ido debilitando cada vez más y que hoy, por demás, le adversan.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), bajo cuya sombra se cobija hoy el PRD, salió de sus entrañas en 1973; es la organización política que más elecciones ha ganado después del Partido Reformista Social Cristiano de Joaquín Balaguer y se mantiene puntero para los comicios de hoy.

Del seno del PRD también salió el Partido Revolucionario Moderno (PRM), en 2015, organización política que en estos momentos está posicionada como la segunda opción de poder para estas elecciones.

Son fruto de las luchas internas del PRD, además, el Bloque Institucional Social Demócrata (BISD), fundado por Peña Gómez en 1984 para fortalecer su liderazgo a lo interno de partido blanco; el Partido Revolucionario Independiente (PRI), creado por Majluta en 1990 cuando estuvo en conflicto con Jorge Blanco; y el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), fundado por Hatuey De Camps en 2005, tras su ruptura con Hipólito Mejía, a cuya reelección presidencial se opuso por principios.

Tiempos de gloria… y de tristeza. En 1962, luego de 31 años de tiranía Trujillista, el país celebró sus primeras elecciones democráticas y las ganó el PRD.
Su candidato, Juan Bosch, alcanzó una votación de 1,054,944 (58,72%), frente a un 30.08% que obtuvo su más cercano contendor, Viriato Fiallo, del partido Unión Cívica Nacional (UCN).

Sin embargo, ese primer Gobierno perredeísta fue truncado a los siete meses por un golpe de Estado orquestado por sectores cívico-militares, el 25 de septiembre de 1963, lo que generó posteriormente una serie de hechos históricos como la Revolución de Abril de 1965, la tercera intervención estadounidense en el país y la asunción de Joaquín Balaguer al poder.

Balaguer, líder del Partido Reformista, instauró entonces un régimen represivo que duró 12 años.

En ese período se celebraron elecciones en los años 1966, 1970 y 1974 y en las tres oportunidades el PRD se vio obligado a retirarse de las mismas, dada la situación imperante.

1978. El PRD acudió a las elecciones de este año con Antonio Guzmán Fernández como candidato y logró derrotar a Balaguer con una votación de 855,765 sufragios (51,69%) contra 698,163 que sacó el candidato reformista.
Casi al término de su mandato, la madrugada del 4 de julio de 1982, Guzmán Fernández se suicidó.

El PRD ganó también los comicios de 1982 con Salvador Jorge Blanco, quien sacó 854,868 (41,70%) votos, contra 669,176 de Balaguer. Al término de su gestión Jorge Blanco fue enjuiciado por supuesto desfalco al Estado.
En el año 2000 el PRD obtuvo su tercera victoria electoral con Hipólito Mejía a la cabeza, quien obtuvo 1,432,548 (44,89%) votos, frente a 753,349 (23,60%) de Danilo Medina, del PLD.

Récord de derrotas. El PRD perdió las elecciones de los años 1990, 1994 y 1996, respectivamente, en las cuales llevó como candidato presidencial a José Francisco Peña Gómez.

En 1990 la votación del PRD fue de 444,086, la más baja en toda su historia.
En 1994 se le computaron 1,188,394 votos contra 1,263,341 acreditados al Partido Reformista.

Peña Gómez denunció fraude, se generó una crisis postelectoral, se firmó el “Pacto por la Democracia”, se acordó una reforma constitucional que redujo a dos años el período presidencial de Balaguer y se estableció la doble vuelta electoral si ningún candidato lograba la mitad más uno de los votos emitidos.

En la primera vuelta de los comicios de 1996 Peña Gómez sacó 1,192,211 votos (41.1%) y en la segunda obtuvo 1,394,641. Leonel Fernández, del PLD, le ganó con 1,466,384 votos (51.3%).

En el año 2004 Mejía intentó reelegirse y consiguió 1,215,928 votos (33.65%) contra 2,063,875 (57.11%) de Fernández. En el 2008 Miguel Vargas obtuvo 1,654,066 votos (40.48%) y Fernández 2,199,734 (53,83).
En el año 2012 Mejía volvió como candidato del PRD y perdió de Danilo Medina al sacar 2,129,997 votos contra 2,323,150.