LOS ÁNGELES (AFP).- La cantante pop estadounidense Britney Spears y su esposo Kevin Federline recibieron la visita de autoridades de protección infantil después de que el hijo de la pareja, de siete meses de edad, se cayera y se lastimara la cabeza, informó el miércoles el diario Los Angeles Times.

Funcionarios del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares del condado de Los Ángeles (DCFS) visitaron el hogar de Spears en el exclusivo balneario de Malibú, California (oeste), según confirmó el ayudante del comisario, Ismael Lua.

Los funcionarios fueron notificados después de que Spears llevara a su hijo, Sean Preston, a la emergencia del hospital preocupada por una herida en la cabeza del bebé. El hospital reportó el incidente en cumplimiento con la ley estatal, dijo al Times Martin Singer, abogado de Spears.

“La DCFS respondió inmediatamente y determinó que no hay problema ni razón para iniciar una investigación formal”, indicó Singer al diario. “Determinaron que los padres no estaban involucrados en la lastimadura y que nada incorrecto había ocurrido en el hogar”.

La revista People había informado que la niñera del bebé lo estaba sacando de su sillita, cuando algo se corrió en el asiento y el bebé se le escurrió hacia el piso, golpeándose la cabeza.

Un médico examinó al niño en su casa, pero todo parecía estar bien, indicó People.

Sin embargo, la revista dijo que tanto Spears como Federline seguían preocupados por el incidente seis días más tarde, por lo que lo llevaron a la emergencia para un chequeo, aunque no se detectó ningún problema serio.

Spears, de 24 años, estuvo bajo escrutinio público la primera semana de febrero, cuando fue retratada por paparazzi cuando conducía por Malibú con su hijo -de entonces cinco meses- al volante y no en la sillita de atrás como indica la ley.