Tras empate Derbez-Insulza OEA deja elección para mayo

Tras empate Derbez-Insulza OEA deja elección para mayo

WASHINGTON (EFE).- La OEA, incapaz de romper ayer el empate a 17 votos en el que terminaron las cinco votaciones consecutivas que enfrentaron a José Miguel Insulza y a Luis Ernesto Derbez por la Secretaría General, volverá a intentarlo el 2 de mayo.

Para ese día se ha convocado una nueva Asamblea de Cancilleres que deberá elegir al nuevo secretario general entre una lista de candidatos que, además de los dos que participaron hoy en la contienda, contará previsiblemente con nuevas incorporaciones.

Este es el resumen de una prolongada jornada de votaciones que indefectiblemente, terminaron en un cerrado empate entre el chileno Insulza y el mexicano Derbez.

Los cinco empates, que se mantuvieron aún y cuando, según supo EFE, algunos países cambiaron el sentido de su voto en las dos últimas rondas, forman ya parte de la historia de la Organización de Estados Americanos que, en sus más de 50 años, nunca había vivido una situación semejante.

Al término de la reunión, y según lo previsto en un reglamento que hasta ahora nunca se había utilizado hasta este extremo, los cancilleres o sus representantes decidieron volver a reunirse el 2 de mayo en Washington.

A partir de este momento, el proceso comienza de nuevo «desde el principio», si bien, a juzgar por sus declaraciones de hoy, Insulza y Derbez volverán a presentarse como candidatos.

Sin embargo, es previsible que en esta nueva Asamblea sus nombres ya no serán los únicos. Si se cumplen las expectativas creadas hoy por Perú, su canciller Manuel Rodríguez Cuadros podría presentarse como candidato.

Perú no es el único país que coquetea con esta idea, aunque sí el que parece tener los «trámites» más adelantados.

En los mentideros de la OEA, los rumores sobre posibles nuevos candidatos eran hoy muy variados. Desde el que apuntaba a la necesidad de que «sea una mujer la que meta »esto» en cintura» hasta la idea de que «sólo un canadiense» sería capaz de aunar las voluntades de los países, ahora «tremendamente divididas».

Durante los próximos días se conocerán las posibles nuevas candidaturas y se valorará su peso político.

Mientras tanto, en los pasillos de la OEA, donde se dieron cita no sólo el personal en activo del organismo sino muchos antiguos funcionarios y expertos en cuestiones hemisféricas, valoraban de distinta manera lo sucedido.

Según estos análisis, la sorpresiva retirada del ex presidente salvadoreño Francisco Flores -cuya candidatura estaba apoyada por EEUU- ha favorecido abiertamente al candidato mexicano, que no sólo ha conseguido tener los votos de «mesoamérica», como Flores quería, sino también los de buena parte del continente.

Interpretando los apoyos, México que según estos análisis parece ser el país que tuvo el respaldo de EEUU una vez retirado Flores, contaba con los votos de América del Norte -Canadá y EEUU- además de buena parte de los de América del Sur (Paraguay, Bolivia, Perú Colombia y Panamá), junto con los de Centroamérica.

Chile, por su parte, tenía consigo a Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Ecuador, además de buena parte de los países del Caribe.

Pero, siempre según los analistas, no consiguió llevarse más votos entre otras cosas por lo que denominaron «el beso de la muerte», que es como varios de estos analistas calificaron el apoyo que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dio a la candidatura de Insulza y que pudo significar el retraimiento de algunos países.

Las espadas siguen muy en alto, especialmente después de que tanto Insulza como Derbez aseguraran que no se piensan retirar y, cada uno por su lado, reiteraran su convencimiento de que, el 2 de mayo, se alzarán con la victoria.

Mientras tanto, la OEA, acéfala desde el 15 de octubre de 2004, cuando abandonó el cargo el ex presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, acosado por un escándalo de corrupción en su país, continuará dirigida por su «número dos», el secretario general adjunto, el estadounidense Luigi Einaudi.

De momento, las apuestas aseguran que, con un poco de mala suerte, resultará más fácil conseguir «fumata blanca» y un nuevo Papa en el Vaticano que un secretario general de la OEA capaz de poner orden en la organización. EFE

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