Tras intensa y accidentada audiencia, CPJ se reserva fallo juicio contra Awilda

Tras intensa y accidentada audiencia, CPJ se reserva fallo juicio contra Awilda

EMILIO LEDESMA

Luego de más de siete horas de debates e incidentes, el Consejo del Poder Judicial (CPJ) se reservó anoche el fallo del juicio disciplinario que le sigue a la suspendida jueza Awilda Reyes Beltré, por alegada prevaricación en el ejercicio de sus funciones.
El Ministerio Público, solicitó su destitución e inhabilitarla durante los próximos cinco años, para ejercer función pública alguna.
Durante la audiencia, Miguel Then, abogado ayudante de Reyes Beltré, y quien fue presentado como testigo por el Ministerio Público (MP), reveló que en el caso del hábeas corpus al regidor de Pedro Brand, Erickson de los Santos Solís (Ney), le advirtió que había “otra vía”.
Según él, le dijo que ella no tenía para decidir ese caso sino el Juez de Control, mediante la revisión de la medida de coerción que tenía el imputado, o durante el proceso de solicitud de apertura a juicio; además porque era “un caso mediático”.
Las discrepancias entre ellos fue “notada” por Wendy Feliciano, otro testigo del MP, y quien es secretaria de la Cuarta Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional donde laboraba Reyes Beltré.
Dijo que cuando la jueza fue para redactar la sentencia y supo el fallo que dio “todo el mundo (empleados) se sorprendió”, y por primera vez la escuchó a ella y al abogado ayudante en la oficina contigua adonde ella está, “hablando más alto de lo acostumbrado”.
Un juicio muy incidentado. Desde que llegó, Reyes Beltré hizo ingentes esfuerzos para que el juicio fuera aplazado, pero el tribunal, encabezado por el magistrado Etanislao Rodríguez, decidido a terminar con un proceso disciplinario que consideró se había prolongado más de la cuenta por subterfugios de la imputada, le rechazó todos los incidentes que presentó.
En primer lugar, acudió a la audiencia sin su nuevo abogado, Tomás Castro, alegando que este estaba indispuesto; pidió que se aplazara la audiencia, pero el tribunal lo rechazó, y anunció que mandaría a buscarle un Defensor Público, a lo que ella se opuso diciendo que no podían ponerle defensa técnica en contra de su voluntad, y decidió asumir su propia defensa.
Volvió a solicitar aplazamiento para preparase, y como la petición le fue denegada nuevamente, decidió abandonar la sala conjuntamente con su pareja Harol Echavarría, y el juez se lo impidió recordándole que ella estaba presa, y ordenó a la seguridad no dejarla salir, y sacar a Echavarría, y que si se resistía, fuera arrestado.
En ese incidente intervino toda la seguridad, y hubo un enfrentamiento verbal entre el magistrado Rodríguez y Reyes Beltré, a quien conminaba a sentarse.
Ella insistía en que la dejaran salir, alegando que ya ellos tenían su sentencia hecha por orden de Mariano Germán, que para ellos era más rápido si ella se iba.
El magistrado le pidió que dejara el “show”, que ella lo que no quería era que el juicio se conociera, y la llamó “irrespetuosa”.
El último testigo. Fue el secretario del CPJ, Edgar Reynoso, quien contó que por orden de Germán, quien lo llamó a su despacho el 2 de noviembre del 2016, él y el magistrado Justiniano Montero acompañaron a Awilda y a Echavarría, a quienes encontró en el despacho del presidente del Poder Judicial, a su residencia, a buscar un bulto con un dinero que ella le había dicho que recibió de parte del consejero Francisco Arias Valera, por el fallo del regidor. Dijo que de regreso al despacho de Germán contó el dinero que estaba en un bolso de varios colores, le tomó una foto con su celular; que el dinero se lo llevó Awilda, y que él se fue.
Entre las pruebas documentales el Ministerio Público, encabezado por Robustiano Peña, presentó el recibo firmado por Reyes Beltré que dice que devolvía el dinero a Arias Valera; copia de la fotografía del dinero, y un vídeo que muestra la llegada de él, Montero, Awilda y Echavarría con el bulto descrito, a las oficinas de Germán en la SCJ.
Defensa objeta las pruebas. El abogado de Awilda rechazó las pruebas presentadas, especialmente la fotocopia de la fotografía del dinero como prueba contra su cliente, alegando que cualquiera puede tomar un saco de papeletas y fotografiarlo; que para ser válida dicha prueba el dinero debió ser desglosado incluso con la numeración de las papeleta, y documentado; y el vídeo. Sobre este último, dijo que además de no tener fecha, argumentando solo presenta la llegada de cuatro personas a la SCJ.
Exigió con insistencia la presentación real del dinero y del bulto que lo contenía
El tribunal le recordó que el pedimento de esas pruebas era ya cosa juzgada y que se estaba en la etapa final del proceso.
Sobre la presentación física del dinero, le dijeron que ese es un asunto de verificarse en el proceso de la ponderación.
De todos los pedimentos solo acogió el de excluir la fotografía del dinero.

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