Tras la esperanza fallida

Tras la esperanza fallida

Un amigo de la Izquierda Revolucionaria me escribe. Se siente decepcionado y responsable por la reciente Resolución de la Junta Central Electoral que le quitó la personería jurídica a cuatro partidos de su litoral político que participaron en las pasadas elecciones con candidatos propios y no alcanzaron el porcentaje mínimo requerido por la ley para preservar su vigencia institucional.

El no había votado en las elecciones. Se sintió confundido tenía un conflicto de conciencia o de lealtades y prefirió abstenerse. Siendo un militante de izquierda estaba claro que no votaría por la derecha. Por ninguno de los partidos mayoritarios tradicionales que habían sumergido al país en el desastre económico y el caos provocado por el estado de corrupción e impunidad que padecemos, como tampoco lo haría por sus aliados que les hacían el juego buscando prebendas personales.

Y aunque no tenía compromiso partidario o preferencia por alguno de los candidatos presentados por los partidos ahora sancionados, sentía que votar por uno de ellos siendo todos sus amigos y sobre todo tan excelentes candidatos, sería algo así como una traición, por lo que decidió quedarse en casa y no votar por ninguno.

No votó y ahora lamenta, su decisión. Por su culpa, ninguno de los cuatro partidos de la izquierda revolucionaria y progresista alcanzó el número de votos requeridos la Ley Electoral, por lo que todos han sido excluidos del sistema por la Junta, como si dijera «E pa»fuera que van!»

Amenaza con suicidarse o mejor, lo que tampoco creo probable, con abandonar el país. No soportaría 4 años más de lo mismo, del mismo corte que el anterior. Lo llamé y traté de tranquilizarlo. Las cosas no hay que tomarlas a la tremenda, le dije.

Leía yo a Kalil Gibran y con él me la di de filósofo. El dolor y la alegría tienen la misma causa. El uno no puede existir sin la otra. Quizás la experiencia sufrida sirva de enseñanza. Y en la unión puedan mañana encontrar su sino y rescatar la esperanza fallida.

Se quedó callado. Espero que meditando.

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