POR MARGARITA QUIROZ
La invención del trasplante de cabello, aparte de llenar una época en el campo de la medicina se ha convertido en una especie de varita mágica que resuelve el problema de aquellos hombres que viven la angustia de ver su cuero cabelludo cada día  con menos pelos.

Cuando salió a la luz pública la noticia sobre el invento del primer procedimiento de trasplante de pelo, numerosos fueron los trabajos periodísticos escritos a su favor, aún a sabiendas de que esta incipiente creación no podía cumplir el requisito principal: que la cabellera trasplantada luciera de forma natural.

Actualmente, las investigaciones científicas le han dado un giro a esta cirugía con la creación de un nuevo procedimiento denominado trasplante de unidad folicular a través del cual el especialista identifica un folículo de forma  individual y lo trasplanta para poder cubrir el área de calvicie de forma total y natural.    

Para hablar en torno al tema, el famoso especialista Bernard Nusbaum visitó una vez más el país para contar todo lo concerniente a esta buena nueva.

El trasplante de unidad folicular es un procedimiento relativamente nuevo, sus orígenes se remontan a 1996, pero no fue hasta ahora cuando se comenzó a emplear como único método.

Según Nusbaum, con este nuevo procedimiento las personas trasplantadas obtienen una mayor densidad en el cabello y el área de calvicie logra cubrirse de forma total y natural.   

Con el trasplante de unidad folicular las personas que se someten a este procedimiento resuelven su problema de calvicie de por vida ya que, la novedad es que no tienen que volver a transplantarse como sucedía en el pasado.

Los folículos son separados microscópicamente de uno en uno y tras realizar pequeñas perforaciones en la zona de calvicie se procede a trasplantarlos.

De acuerdo al especialista, actualmente éste es el único método que él está empleando, ya que en comparación con otros es el más eficaz. La diferencia entre la implantación de unidad folicular  y los métodos “antiguos” es que con estos últimos se escogían grupitos de pelos y se trasplantaban dejando entre uno y otro un pequeño espacio, lo que no daba apariencia natural.

El procedimiento demora de cuatro a seis horas y tras finalizar el paciente puede irse a casa; al día siguiente se examina y se le instruye cómo lavarse con un tipo de champú que el especialista le indicará.

El cabello que se va a producir de ese trasplante crecerá en los próximos tres meses y los resultados empiezan a notarse a los seis meses.

De acuerdo a Nusbaum, antes de que un paciente se someta a este procedimiento primero se le examina el cuero cabelludo y se le exige un historial médico para determinar sí está apto para la cirugía.

De ser un paciente potencial, inmediatamente se le fija la cita de la cirugía y ese día se le dan unas tabletas para que se relaje.

Posteriormente, se le inyecta una anestesia local a través de un proceso computarizado y cuando la zona está anestesiada se le hace la extracción de una “tira” de cabello del área donante y se implanta en la zona de calvicie. Las perforaciones, que podrían ser unas 4.000, se hacen a mano. Los trasplantes de pelo se le pueden  practicar a personas de 20 años en adelante.