La trata de mujeres con fines comerciales y sexuales es  la tercera actividad ilegal que mueve más dinero en el mundo (US$12 millones en el año 2000), después de los  mercados de las drogas y de tráfico de armas. Y  pese a que este problema se acrecienta, en República Dominicana no existe política de Estado al respecto  ni se destinan recursos para combatir ese delito  contra  la mujer.

Con la finalidad de combatir esta violación a los derechos de la mujer, de niñas y niños, fue lanzado ayer el Proyecto Aura de Esperanza, en un esfuerzo de promover las políticas públicas y las estrategias nacionales para prevenir y sancionar la trata de personas.

El proyecto, con  una duración de tres años, cuenta con un presupuesto de RD$14 millones, y es auspiciado por la Agencia Alemanana -GTZ-. La organización del plan, que procura brindar prevención, asistencia a las víctimas y coordinación intersectorial, es responsabilidad del Centro de Apoyo Aquelarre (CEAPA), el Movimiento de Orientación e Investigación Integral (COIN) y el Movimiento de Mujeres Unidas (MODEMU).

“No saben lo que me ha pasado. Si me hubiera llevado de ustedes… Me quitaron el pasaporte, me hicieron tener relaciones sexuales con muchas personas y me pusieron en la cárcel. Mi madre y mis hijos ¿cómo están?, este lamento resume un poco lo que fue la escenificación de la obra “Casilda se va de viaje”, que precedió el lanzamiento del Proyecto en la Librería Cuesta.

La creación teatral intenta concienciar sobre el peligro a que se expone una mujer cuando acepta un contrato de trabajo en el exterior ofertado  por personas a las que no conoce.

Reprueban actuación oficial.

El presidente del COIN, Santo Rosario, afirmó que en el país no se destinan recursos  para luchar contra la trata de personas.

Precisó que se  crearon un comité y una comisión con la participación de varias entidades, pero todavía no se lleva a la práctica. Deploró el poco caso que le hacen algunos consulados dominicanos al problema en las islas donde las criollas pasan todo tipo de vicisitudes.

Jacqueline Montero, secretaría general de MODEMU, dijo que trabajan en una nueva etapa con un proyecto denominado “Las Tres Ana”, con el que impulsan el reconocimiento de las trabajadoras sexuales. Ileana Ornes, del COIN,  presentó el trabajo que realiza el centro Aquelarre, y  Margot Tapia describió los alcances del proyecto Aura de Esperanza, que procura crear una coordinación nacional e internacional.

Francisca Ferreira motivó la labor de la RED-LAC, institución que busca  disminuir  la trata de personas y promover los derechos de la mujer.

400 redes de traficantes RD

Se estima en más de 400 el número de redes de tratantes y traficantes de personas que operan en la República Dominicana.

Según la directora ejecutiva del CEAPA, Margot Tapia Luciano,  la visa no es obstáculo para estas redes conseguir llevar  mujeres engañadas a Europa y a otros países de distintos  continentes, pues tienen conexiones en el ámbito diplomático que les permiten el tráfico de personas. Logran traficar principalmente con  muchachas jóvenes,  que en la mayoría de los casos, son sacadas del país por estas redes para prostituirlas, labor que ellas  realizan en contra de su  voluntad , y viven virtualmente en condiciones de secuestro, comentó Tapia Luciano, al participar en el Programa Uno + Uno, por Teleantillas.

“Aura de esperanza” es el nombre de un proyecto lanzado ayer por el CEAPA y otras entidades, dirigido  a establecer políticas públicas y modelos locales de prevención y atención integral sobre trata de mujeres y jóvenes. Persigue aunar esfuerzos para poder desarrollar un trabajo de impacto a nivel nacional e incidir para que se reduzcan las redes de tratantes.

La directora ejecutiva del  CEAPA, entidad  que trabaja promoviendo y apoyando estrategias para garantizar igualdad de género en la sociedad dominicana, dijo que es necesario que la gente tome conciencia de los alcances y el peligro de la trata de personas.

La licenciada Tapia Luciano definió la trata como  el traslado de una persona de manera irregular con fines de explotación sexual o comercial o para trabajo forzado. En la trata la persona afectada no da su consentimiento, no está consciente de lo que va a hacer. República Dominicana  es de origen, de tránsito y destino de trata.