HONG KONG. AFP. Con racionamientos, subvenciones, organización de carteles o limitación de exportaciones, los países asiáticos productores de arroz intentan a toda costa proteger a sus poblaciones de la incesante carestía de este alimento básico en la región.
«Los países productores limitan las exportaciones porque están preocupados por la situación del mercado nacional», dijo Jonathan Pincus, economista del Programa de Naciones Unidas para Desarrollo en Vietnam. Prueba de esa inquietud, los ministros de Comercio de la Asociación de las Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), reunidos en Jakarta, acordaron actuar en conjunto para estabilizar el precio del arroz y aumentar la producción.
A menudo criticados por su lentitud en la toma de decisiones, los miembros del «grupo de los Diez» reaccionaron rápidamente decidiendo «ayudarse mutuamente para estabilizar los precios a escala global y abstenerse de cualquier medida que pueda perturbar el precio del arroz», según la ministra indonesia de comercio, Marie Pangestu.
Son miembros de ASEAN Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Vietnam, Brunei, Laos, Camboya y Birmania.