AME2086. ALTAMIRA (BRASIL), 30/07/2019.- Familiares esperan ingresar al Instituto Médico Legal este martes, para identificar algunos de los cuerpos de la masacre que dejó 57 muertos en el Centro de Recuperación Regional de la localidad de Altamira, en Altamira (Brasil). El Gobierno del estado amazónico de Pará, situado en el norte de Brasil, comenzó este martes la transferencia de 46 presos por su implicación en la masacre que el lunes dejó 57 muertos en el complejo carcelario tras un enfrentamiento entre bandas rivales. La sangrienta disputa entre las facciones criminales Comando Rojo y Comando Clase A acabó con 16 reclusos decapitados y otros 41 que perecieron debido al humo que se extendió por el complejo después de que los atacantes prendieran fuego al lugar. EFE/ Joédson Alves
Familiares de los presos asesinados durante un motín en una cárcel del norte de Brasil acudieron ayer a una oficina forense a identificar a las 58 víctimas, en donde algunos de ellos se desmayaron al ver cadáveres decapitados de sus seres queridos.
En un intento por evitar más violencia en la prisión de Altamira, en el estado de Pará, las autoridades comenzaron a transferir a 46 reclusos a otras prisiones, después de que los enfrentamientos del lunes entre pandillas rivales resultaran en 16 decapitaciones.
Autoridades locales señalaron que al menos 33 presos fueron transferidos ayer a la capital estatal de Belem para ser reasignados. Un trabajador del instituto forense de Altamira, Marcel Ferreira, describió la angustia entre los familiares que esperaban afuera del lugar, y dijo que la oficina pidió a los bomberos y a las autoridades locales que les llevaran agua, alimentos y brindaran asistencia médica a los familiares.
Los expertos forenses de ciudades vecinas en Pará llegaron para ayudar a lidiar con el gran número de cadáveres. Los cuerpos tuvieron que ser almacenados en un camión refrigerado que llegó a Altamira después de que se diera a conocer la noticia de otra enorme masacre al interior de la prisión. La oficina del forense informó que ya se han entregado 15 cuerpos a sus familiares.
Los enfrentamientos estallaron cuando el grupo local Comando Classe A atacó un ala de la prisión que aloja a miembros de la pandilla rival Comando Vermelho, o Comando Rojo.