El ex cónsul haitiano Edwin Paraison dijo ayer que la politización del debate sobre la inmigración ilegal desvía la atención de los problemas reales que hicieron fracasar a las autoridades en el intento de controlar a los pedigüeños haitianos en las calles de la capital.

Dijo que la presencia de los pedigüeños es posible porque hay un nivel de complicidad oficial y las improvisadas repatriaciones ordenadas por la dirección de Migración, las cuales no han respetado los acuerdos y los convenios entre Haití y la República Dominicana.

En una declaración de prensa, el ex diplomático haitiano reaccionó a las declaraciones del director de Migración, Carlos Amarante Baret, quien lo acusó de fomentar una campaña contra la República Dominicana.

Paraison consideró que esas acciones han lesionado gravemente la imagen internacional de la República Dominicana por las violaciones de derechos humanos y molestado las fraternales relaciones entre los dos pueblos.

Manifestó que si un grupo de ilegales haitianos llega a Santiago previamente ha pasado por cinco controles lo que a su entender implica algún tipo de complicidad.

El ex cónsul haitiano dijo que al parecer el director de Migración tiene un problema personal con él, porque sin argumentos para defenderse usa su vinculación con el ex presidente Jean Bertrand Aristide como ex funcionario consular.

Expresó que si las palabras atribuidas al director de Migración son ciertas no le da otra opción que defenderse ante un tribunal competente de las acusaciones contra su persona de fomentar, en complicidad con organismos internacionales, una campaña de descrédito contra la República Dominicana.

«La principal responsable de que se cuestione la imagen internacional de la República Dominicana es la dirección de Migración», dijo Paraison.

Señaló que admite que República Dominicana tiene el derecho de repatriar a todo extranjero ilegal, pero que cuando se expulsa a dominicanos por su color de piel o se hostiga a estudiantes universitarios haitianos legalmente establecidos, quienes ordenan esas acciones son los que fomentan una campaña de descrédito en contra de la República Dominicana.

Paraison sugirió un encuentro encabezado por Agripino Núñez Collado, las iglesias, organizaciones representantes de la comunidad haitiana, grupos comunitarios y representantes de entidades locales de Hatillo Palma para analizar las condiciones en que se dieron las repatriaciones y elaborar un plan de acción para lograr la reconciliación entre haitianos y dominicanos con un culto ecuménico por el perdón y la paz.

Sugirió que sea esclarecido el crimen de Maritza Núñez en Hatillo Palma, y escuchar las reservas que tienen las organizaciones no gubernamentales sobre la nueva Ley de Migración antes de su aplicación, donde se prevé una regularización de los inmigrantes haitianos ante del proceso de repatriación.

Entiende que se debe canalizar las solicitudes de los grupos de Hatillo Palma en relación con el uso del 30% de la mano de obra haitiana.

Asimismo, pidió agilizar el proceso de sometimiento a la justicia de los implicados en la muerte del pastor Belizaire Calixte y Calinexte Pierre.

También sugiere desarrollar en los dos países una vasta campaña por la amistad y solidaridad dominico haitiana.