MOSCU (AP).- Un diplomático estadounidense conversó el jueves con funcionarios rusos sobre maneras de evitar la proliferación de armas, incluyendo la ayuda nuclear de Rusia a Irán y una iniciativa de Estados Unidos para acabar con el comercio ilícito de armas.

La visita del subsecretario de Estado estadounidense John Bolton ocurre antes de que el mes próximo se reúnan el presidente ruso Vladimir Putin y su contraparte estadounidense George W. Bush para conmemorar el Día-D en Normandía, Francia, y en la Reunión del Grupo de los Ocho en Sea Island, Georgia.

Estados Unidos quiere que la reunión del G-8 se enfoque en asuntos económicos, un plan para impulsar la democratización y las reformas en Medio Oriente, y la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación que solicita la cooperación internacional para la prohibición de armas de destrucción masiva.

En especial, está presionando para que Rusia se una a la iniciativa cuando se reúna el G-8 o en una reunión sobre la iniciativa en Cracovia, Polonia, del 31 de mayo al 1 de junio.

Funcionarios estadounidenses dicen que la participación de Rusia sería especialmente significativa porque alentaría a China a hacer lo mismo, y porque Moscú podría influir sobre otras ex repúblicas soviéticas con controles débiles en la exportación de armas.

Washington también espera añadir a Irak y a Libia como receptores de ayuda bajo el programa mundial conjunto del G-8, diseñado para ayudar a Rusia y a otras ex repúblicas soviéticas a eliminar armas de destrucción masiva y a evitar que los científicos especializados en armamento trabajen para los que las fabrican y distribuyen ilegalmente.

Después de un día de conversaciones, Bolton dijo a periodistas que expresó la preocupación de Washington sobre el presunto programa de enriquecimiento nuclear de Irán «no porque tengamos temor de lo que Rusia hace, sino porque nos preocupa lo que Irán hará después de que le proporcionen barras de combustible fresco».

Moscú y Teherán han rechazado afirmaciones estadounidenses de que Rusia está ayudando a desarrollar la capacidad de Irán para construir armas atómicas al construir la planta de energía nuclear de Bushehr, que autoridades estadounidenses calculan tendrá suficiente combustible para un ciclo completo en unos cuatro años.