El doctor José Manuel Hernández Peguero ha entregado al Senado de la República el anteproyecto de Ley sobre la Paternidad Responsable, dada la cantidad de niños y niñas que no son reconocidos por sus padres. Este proyecto obligaría a los padres a reconocer sus hijos, darle la alimentación, el apoyo social y moral. Pero también, si el padre se niega y la madre lo señala como el padre biológico debe realizarse la prueba de paternidad: Ácido Desoxirribonucleico (ADN). Que bien puede ordenarlo el juez de paz. Refiere Hernández Peguero que el “80% de los nacimientos ocurridos en los últimos 10 años son de mujeres solteras, lo cual imposibilita el registro inmediato del padre en el acta de nacimiento a menos que este se presente voluntariamente ante el oficial del Estado Civil, lo cual en la mayoría de los casos no sucede”. En todo el territorio nacional son cientos de niños que no conocen o no tienen una figura paterna.
Esos niños presentan mayor riesgo a padecer daños psicoemocionales, sociales y conductuales producto de la ausencia de la identidad con el padre. Diferentes estudios explican que estos hijos no reconocidos se desarrollan con baja autoestima, pobre auto-concepto, baja aceptación, inseguro, pobre de carácter y pobre en auto-determinación, cosa esta que les hace mayor víctima de abuso sexual, de maltrato y de daño, dado la ausencia de su capacidad de empoderamiento social para demandar su cuidado. Durante nuestro ejercicio profesional hemos observado niños y adolescentes con timidez, bajo rendimiento escolar, conductas disociales, pobre identidad psicosocial y depresión por la ausencia del padre; o por no reconocerle o no apoyarle. Ese desapego, desvinculación y la falta de sentido de pertenencia en la que viven niños, adolescentes y adultos, ha representado la construcción de las actitudes emocionales negativas, como son: vivir con Ira, rabia, enojo crónico, frustración, vergüenza, envidia, sentimiento de culpa, resentimiento, odio, tristeza, desesperanza, y mucha pobreza existencial.
Existen adultos con estrés postraumático, con adicciones y trastornos de personalidad provocados por esos traumas psicoemocionales de vivir sin saber quién es su padre o han sido víctima de bulling en su infancia por no poder decir o sentirse acompañado de la figura del padre, de su acompañamiento, su afecto, su apego, amor, protección y apoyo humano.
Con este proyecto de Ley de Paternidad Responsable, el autor Hernández Peguero ayuda y les previene a niños y niñas todos estos traumas; pero también, obliga a tantos padres irresponsables a tener que asumir su deber y obligación para con sus hijos no reconocidos. Los hijos necesitan para el desarrollo equilibrado, armónico y funcional la participación de ambos padres; de su apellido y de su identidad.
La familia sigue siendo el espacio de mayor protección para el desarrollo sano y para aprender a vivir las diferencias con tolerancias. Los hijos no eligen a sus padres, no tienen la oportunidad para discriminar o seleccionar un padre o una madre sana, inteligente, maduro, exitoso, rico, pobre, con equilibrio emocional y espiritual.
Esas diferencias y conflictos no resueltos de los padres no pueden asumirlas o pagarla los hijos y, muchos menos, ser lo que queden afectado de por vida, cosa que les afecta en su elección de pareja, en la construcción de una familia y en la integración social y profesional de forma sana. La sociedad civil, las instituciones deben apoyar este ante Proyecto de Ley sobre la Paternidad Responsable; Hernández Peguero ha puesto su iniciativa, vamos apoyarla y difundirla, para sensibilizar y demandar por los niños y niñas no reconocidos por sus padres, a tener derechos a una identidad, a un apellido y a un apoyo social y moral que le ayude a vivir una vida digna, equilibrada, armónica y para la felicidad.