LIMA — Trece personas murieron en una fiesta en Lima después de que la policía intervino para hacer respetar la prohibición de reunirse y con ello evitar contagios por el coronavirus, informaron el domingo las autoridades.

El suceso ocurrió el sábado en la noche en la discoteca Thomas, que funciona en la segunda planta de un local en la capital peruana, durante una fiesta con 120 asistentes, según el Ministerio del Interior.

Las personas “intentaron escapar por la única puerta de ingreso, atropellándose y quedando atrapadas entre la puerta y una escalera del local”, indicó el ministerio en un comunicado.

Desde mediados de agosto los peruanos tienen prohibido reunirse, incluso en citas familiares, por un estado de emergencia que limita varios derechos constitucionales para evitar contagios. Las autoridades también han prohibido salir los domingos debido a un alza en las infecciones.

La discoteca se conectaba con el primer piso a través de una escalera y la puerta estaba cerrada. Tras la tragedia otros policías tuvieron que forzarla para abrirla. Las discotecas tienen prohibido operar desde marzo para evitar contagios.

Franco Asensios, uno de los que asistieron a la fiesta, dijo a la radio local RPP que la intervención ocurrió a las 9 p.m.

“Los tombos (los policías) dijeron ‘bajen las mujeres’… la gente se alocó y comenzaron a bajar, y después dijeron que se estaban asfixiando la gente de adelante”, recordó.

La policía detuvo a 23 personas para deslindar responsabilidades. El general Orlando Velasco, jefe de la policía, aseguró que durante la intervención no se usaron armas de fuego ni gases lacrimógenos.

Los contagios en Perú a causa del coronavirus se suman por miles desde julio luego de que el 30 de junio se suspendiera una cuarentena nacional que empezó el 16 de marzo. En las últimas semanas las infecciones se duplicaron hasta llegar a más de 9.000 por día.

Perú afronta la peor crisis sanitaria de su historia con más de 585.000 contagiados y 27.453 fallecidos a causa del virus. El país sudamericano es el segundo con más infectados en Latinoamérica después de Brasil, y el tercero con más muertos tras Brasil y México.