DONETSK, Ucrania. El proceso de paz en Ucrania estaba amenazado el lunes tras haberse vivido la víspera la jornada más sangrienta en el este del país desde la instauración de un frágil alto el fuego entre el ejército y los separatistas prorrusos.

Seis civiles, entre ellos al menos una mujer, murieron en bombardeos en el feudo rebelde de Donetsk, según las autoridades locales. Se trata de las pérdidas civiles más graves desde el inicio del alto el fuego firmado el 5 de septiembre pasado.

El alto el fuego es violado cotidianamente y los habitantes de algunas localidades aledañas a Donetsk denuncian una tregua ficticia.

Estas nuevas víctimas en un conflicto que ha dejado ya más de 2.700 muertos en cinco meses, según la ONU, se producen en momentos en que los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Rusia se reunieron en París para hablar de la crisis ucraniana, al margen de la conferencia internacional sobre la seguridad en Irak.

En una demostración de solidaridad con el gobierno pro occidental en Kiev, soldados de 15 países, incluyendo a Estados Unidos, iniciaban este lunes las maniobras militares «Tridente Rápido 14» cerca de la ciudad occidental de Lviv.

Se espera que Estados Unidos envíe unos 200 militares, en el primer despliegue de este tipo desde que estalló el levantamiento prorruso en el este de Ucrania, en abril pasado. Pocos días antes de una visita del presidente ucraniano Petro Poroshenko a Washington, Rusia ha acusado a Estados Unidos de atizar el conflicto por motivos puramente estratégicos.

El gobierno de Kiev, por su lado, denuncia un intento ruso de «eliminar Ucrania». En un cruce de acusaciones, este lunes el «primer ministro» de la autoproclamada República Popular de Donetsk acusó al ejército ucraniano de «violación del alto el fuego y de «provocación».

«El gobierno de Kiev utiliza este alto el fuego para reagrupar sus fuerzas y atacarnos de nuevo» dijo Alexandre Zajarshenko.

Petro Poroshenko y la canciller alemana Angela Merkel ya manifestaron su «preocupación» por esas violaciones de la tregua en una conversación telefónica el domingo de noche, indicó la oficina del presidente ucraniano.

También indicó que Merkel respaldó los planes de Poroshenko de presentar una legislación esta semana ante el parlamento para ofrecer una autonomía limitada a las regiones orientales que forman la columna vertebral económica de Ucrania, una cláusula clave de la tregua.

– Como en la Guerra Fría – El conflicto en el este industrial de Ucrania ha afectado las relaciones entre Rusia y Occidente, que se encuentran en su nivel más bajo desde la Guerra Fría, creando el riesgo de un conflicto de mayores proporciones en Europa oriental.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), mediadora en la obtención de dicha tregua, afirmó que sus supervisores presenciaron disparos de artillería en un distrito de Donetsk el domingo. «Cuatro obuses cayeron y estallaron en 20 segundos a 200 metros de la posición del equipo» de observadores de la OSCE, indicó esta organización en un comunicado.

«Las acciones terroristas amenazan la realización del plan de paz del presidente de Ucrania», afirmó a su vez el portavoz del consejo de seguridad y defensa del gobierno de Kiev, Volodymyr Polyovy.

En este contexto, el presidente estaodunidense Barack Obama se negó a una participación militar directa de su país, pero anunció sanciones económicas más duras contra Moscú que, sumadas a medidas similares de la Unión Europea, limitan la financiación de una economía rusa al borde de la recesión y afectan a su crucial industria petrolera.

El canciller ruso Serguei Lavrov acusó a Estados Unidos de tratar de utilizar esta crisis para «romper los vínculos económicos entre la Unión Europea y Rusia».