Líbano .— Un cese del fuego vigente en toda Siria, auspiciado por Rusia y Turquía y que entró en vigencia en el primer minuto de hoy, se mantenía pese a violaciones menores, marcando un progreso potencial en un conflicto que ha estado destrozando iniciativas de paz de alto nivel desde hace cinco años.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó algunos choques el viernes entre soldados del gobierno y rebeldes en la provincia central de Hama y cerca de Damasco, la capital siria, pero dijo que no había reportes de muertes civiles desde el inicio de la tregua. El grupo también informó de un ataque aéreo contra el Valle de Barda, bajo control rebelde, cerca de Damasco.
El activista opositor Mazen al-Shami, quien reside en el suburbio capitalino de Douma, reportó enfrentamientos menores en las cercanías, que dejaron un rebelde herido. El activista Ahmad al-Masalmeh, en la provincia sureña de Daraa, dijo que fuerzas del gobierno habían disparado contra áreas en poder rebelde.
Varios intentos previos de cese del fuego han fracasado. Al igual que con acuerdos anteriores, el cese del fuego actual excluye al grupo Estado Islámico y al Frente Fatah al-Sham, afiliado con Al Qaeda.
El jueves, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que Moscú y Ankara garantizarían el cese del fuego. Irán se congratuló del acuerdo. Moscú y Teherán proveen apoyo militar crucial al presidente sirio Bashar Assad, mientras que Turquía ha servido como base de retaguardia y fuente de suministros para los rebeldes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, tuiteó el viernes que el alto del fuego es «un gran logro». «Vamos a construir sobre él, abordando las raíces del terror extremista», añadió.