Treinta tallistas dominicanos en una vigorosa demostración artística

Treinta tallistas dominicanos en una vigorosa demostración artística

La colectiva  de escultura, desplegada en tres salas de la galería de Unapec, expresa a la vez valentía, clamor y afirmación. La recién creada Unión de Escultores Dominicanos, liderada por Freddy  Cabral, ha logrado concebir, organizar y presentar un evento que casi podríamos considerar como un manifiesto: treinta expositores, de diferentes generaciones, dominicanos todos, están representados. En su gran mayoría son escultores vivos y activos,  pero algunos, en particular figuras cumbres de nuestra plástica, han fallecido.

Planteamientos y resultados.  Ese enfoque se justifica plenamente, porque, con certeza, rinde un tributo a la actual presentación de tres grandes de la escultura nacional –el cuarto siendo español– en el Museo y colección Bellapart, al incluir aquí a Antonio Prats-Ventós, Luichy Martínez Richiez y Gaspar Mario Cruz. Sí, efectivamente, se trata de una continuidad y un legado… Incontestablemente, fueron los máximos y más puros tallistas, a nivel de exclusiva dedicación e inquebrantable convicción. Luego, muchas de las piezas expuestas evidencian el magisterio de aquellos genios, dentro  o fuera de la academia, como mentores reverenciados e inspiradores. Ellos encabezan este conjunto de escultura moderna dominicana, así mismo otros seguidores que ya no están –Antonio Toribio, Miguel Estrella, Alberto Ulloa–. Muy positiva consideramos esta integración en el aspecto ideológico, aparte de la calidad de sus piezas, las cuales se convierten en ejemplo, propuesta y definición de una categoría.

Es una iniciativa valiente, por el número de los participantes, la juventud de la asociación organizadora y las dificultades que enfrenta una actividad de tanta magnitud. Y si la consideramos un clamor es por su índole de quejido,  de protesta a través del ejemplo: Freddy  y sus pares no  dejan así de lamentar el menosprecio, sino la negación de una escultura dominicana en la actualidad, los resultados de bienales habiendo sido portavoz del rechazo. Ese grito colectivo se vuelve entonces una (re)afirmación, en contra de las voces agoreras. Han decidido enseñar que existe una escultura, una tradición, una identidad.  Y esta propuesta amerita apoyo, siendo el primero aplaudir la capacidad de convocatoria, luego visitar la exposición detenidamente –¡no es tan difícil encontrar el lugar!–, finalmente reflexionar acerca de su valor y de sus perspectivas.

“El Madero, tradición en la escultura dominicana” corrobora, pese a formulaciones diversas y a excepciones, la reiterada enunciación tipológica, propuesta como casi autóctona, que  plantea una talla directa, alargada, totémica, sensual dominada por la abstracción y los signos orgánicos, agregándole a menudo las herencias amerindia y africana. En esta demostración, se acentúa la vertiente tradicional por el uso exclusivo de la madera, sin preferir necesariamente la caoba.

Es que se ha programado una exposición generosa y democrática, privilegiando esas líneas de fuerza en un contexto nacional, desprovisto de convenciones, coexistiendo el rigor de la superficie y la alta calidad matérica con una repentina imperfección del acabado y ocasionales hendiduras. La casi totalidad de las obras, en consonancia con el ámbito expositivo, está a la escala humana, y predominan las piezas de tamaño mediano, lo que facilita su apreciación. Alternan las formas abiertas y cerradas. La expresión suele ser robusta y serena a la vez, pocas tallas dando la impresión de agredir, sino de alojarse en el espacio circundante.

Dentro de un buen oficio, una creatividad variable y personalidades no siempre identificables, “El madero” es una muestra, muy interesante con propósitos. Ahora bien, las próximas exposiciones y actividades en general de la Unión de Escultores dominicanos seguirán fortaleciéndose, así lo vaticinamos, sus motivaciones, sus objetivos y sus logros en favor de la escultura y de las artes visuales dominicanas.

ZOOM
El arquitecto César Iván Feris-Iglesias expresa: “Estamos totalmente convencidos de que esta exposición resultará ser un evento que marcará una nueva etapa en la escultura en nuestro país… y las futuras bienales nacionales y regionales estarán marcadas por  la presencia de piezas, esculpidas o talladas, de notable calidad creativa… ¡No más premios desiertos en la categoría de Escultura!”

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