Tres años de cambios en el mundo árabe

Tres años de cambios en el mundo árabe

NICOSIA. AFP. Desde diciembre de 2010, el mundo árabe se ha visto sacudido por importantes cambios, entre los que destacan el derrocamiento de dos presidentes egipcios, la guerra civil siria, el caos de Libia y la difícil transición en Túnez.

SIRIA. Las protestas pacíficas que se iniciaron en marzo de 2011 fueron reprimidas brutalmente por el régimen de Bashar al Asad y derivaron en una atroz guerra civil.   El conflicto ha dejado 126.000 muertos, según una ONG siria, y millones de desplazados, de acuerdo con informes de la ONU.

El régimen de Asad, con el apoyo de la milicia libanesa chiita Hezbolá y de milicias locales, combate con ventaja militar a los grupo rebeldes integrados por desertores del ejército, civiles sirios y combatientes yihadistas extranjeros.

La mayor parte de los rebeldes son musulmanes sunitas, en tanto que el principal apoyo de Asad procede de los alauita, una rama del chiismo.

El 21 de agosto de 2013, un ataque con armas químicas atribuido a su régimen, a pesar de sus negativas, mató a centenares de personas en las regiones controladas por los rebeldes cerca de la capital Damasco.

En setiembre, un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos sobre el desmantelamiento del arsenal de armas químicas del gobierno sirio evitó ataques de represalia por parte de los norteamericanos.

El régimen de Al Asad y los rebeldes han endurecido sus posiciones y muestran poco interés por llegar a un acuerdo en el marco de la conferencia Ginebra 2, auspiciada por la ONU, que tendrá lugar el 22 de enero próximo.

EGIPTO. El expresidente Hosni Mubarak fue forzado a dimitir el 11 de febrero de 2011 por una rebelión popular que duró 18 días y dejó unos 850 muertos. El mandatario, en el poder desde hacía tres décadas, entregó el poder al ejército.

El 3 de julio de 2013, el presidente islamista Mohamed Mursi, primer jefe de Estado elegido democráticamente, fue derrocado por las fuerzas armadas al mando del general Abdel Fatah al Sisi, tras un tumultuoso año en el cargo.

Las fuerzas de seguridad egipcias han tomado drásticas medidas ante nuevas protestas, matando desde agosto a unos mil partidarios de Mursi y deteniendo a más de 2.000 miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes.

TÚNEZ. Túnez fue el país donde comenzó la llamada Primavera Árabe, pero todavía carece de un gobierno fuerte y centralizado, casi tres años después de la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali, el 14 de enero de 2011.

Ben Ali, en el poder desde 1987, se refugió en Arabia Saudí.   La rebelión había estallado después de que un joven vendedor ambulante se prendiera fuego «a lo bonzo», en diciembre de 2010, para protestar contra el acoso policial.

El partido islamista Ennahda, bajo el liderazgo de Moncef Marzuki, un opositor acérrimo de Ben Ali, ganó ampliamente la elección para la creación de una Asamblea Constituyente, en octubre de 2011.

Pero desde entonces, el país se vio confrontado con frecuencia a disturbios sociales y crisis políticas. La última se debió al asesinato en julio de 2013 de una destacada figura de la oposición, menos de seis meses después de que fuera abatido un líder de izquierda.

LIBIA. Tras la caída del régimen de Muamar Gadafi, en octubre de 2011, las autoridades de la transición libia tratan de crear un ejército profesional y una fuerza policial capaces de mantener el orden.   Pero para ello han tenido que recurrir a grupos de exrebeldes que formaron milicias y no vacilan en desafiar al Estado cuando sus intereses se ven amenazados.

BAHRÉIN. Un movimiento de protesta estalló el 14 de febrero de 2011, pero duró apenas un mes. El pequeño reino del Golfo Pérsico suele ser escenario de disturbios provocados por una mayoría chiita, que se opone a la gobernante dinastía sunita.

Los manifestantes exigen una monarquía constitucional, pero sus manifestaciones provocan con frecuencia una brutal represión.

YEMEN. Yemen se encuentra atascado en su afán de dotarse de una nueva Constitución, en el marco de un proceso de transición respaldado por la ONU y los países del Golfo Pérsico, que comenzó cuando el presidente Ali Abdulah Saleh renunció al cargo, en febrero de 2012, tras un año de intensas manifestaciones contra su gobierno.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas