¡Tres cuentos (casi) iguales

¡Tres cuentos (casi) iguales

Imaginemos tres ficciones con trama parecida y distintos personajes y épocas:

Uno:

El emir le dice al Presidente, “¿Ustedes quieren ofrecer la instalación de una refinería de petróleo allá?”. El Presidente se alegra, explica muy conceptualmente las ventajas del país. Llama a Eddy y solicita, “Déle todo el apoyo al emir y su gente, invítelos allá para que vean y explíqueles el marco legal y nuestro interés de instalar allá su refinería”.

“Yes, Mr. President”, responde Eddy, y se marcha presuroso a armar la carpintería para amarrar la inversión. Rafaelito, que oye todo, convence al Presidente de anunciar ese “éxito” de su gira por Medio Oriente. El Presidente, cauto, pregunta, “¿No será mejor que esperemos a que cuaje más? Apenas es una manifestación de interés… Una intención”. Pero al día siguiente la eficiente maquinaria propagandística despliega la noticia. A Eddy el emir no le vuelve a tomar el teléfono.

Dos:

En Tbilisi, el Presidente atípico sonríe mientras el traductor le explica que Georgia podría explorar su solicitud de instalar en Barahona una fábrica de aviones para suplir a Latinoamérica y África. Los georgianos están sorprendidos pues querían vender tractores y no aviones. Un asesor pregunta cuanto cuesta cada avión. Al oír la cifra los ojos se le agrandan y suelta: “¿Cómo va a ser? Eso aguanta un 20% o 25% más…”. El Presidente lo oye y ante los georgianos dispara un rapapolvo: “¡Fulano! Tú siempre metiendo la pata! No seas gandío!”. Los georgianos se sorprenden aún más. Luis anuncia como logro principal del viaje que los georgianos fabricarán aviones en Barahona.

Tres:

El funcionario del Presidente se acerca sigilosamente al inversionista que acaba de salir del despacho y le susurra, “El Presidente me pidió ponerme a su orden”. Sonríen e intercambian datos de contacto. Tras fallidos intentos de continuar su negociación, encuentran al Presidente inaccesible. Curiosamente, reciben del funcionario un papel con membrete de su despacho en el que sólo está escrito un número de cuenta bancaria en Grand Cayman y una cifra en dólares. Recogen vela y se marchan a Centroamérica.

Hay gobiernos donde la percepción, aun sea repetidamente fallida como en los sucesivos anuncios de refinerías, es lo primero; hay gobiernos en que “dónde está lo mío” es un arte poco hipócrita; hay gobiernos donde la ambición rompió muchos sacos, al punto que sus herederos están políticamente “desfondados”…

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