A las 5:00 de la tarde del pasado viernes 3, estaba todo listo para Festival Presidente, y antes de que cayera la noche los asistentes comenzaron a llegar con sus “looks más chic” en lo que fue el inicio de tres días llenos de energía y algarabía.
Un público heterogéneo, incluyendo niños, se dio cita en el encuentro de la música más esperado de los últimos tiempos.
Caras conocidas y no tan conocidas, “socialités”, “influcers” y amantes de los ritmos musicales y sus más insignes representantes, vibraron por alrededor de diez horas, cada día bebiendo, comiendo, saltando, riendo, aplaudiendo, cantando y moviendo el esqueleto a más no poder.
Los “outfits” más vistos fueron los conformados por shorts y jeans ajustados y rasgados, complementado por tenis o sandalias, calzado ideal para las largas horas de gozadera, aunque no faltaron quienes, siguiendo el dicho “antes muerta que sencilla”, usaron taconazos de vértigo.
En esta vigésima edición, la mayoría de los artistas se llevaron buena valoración de un público delirante que siempre dio lo mejor de sí, aunque algunos de sus ídolos no llenaron sus expectativas.
Lo cierto es que este Festival Presidente de Música Latina convoca cada cuatro años a miles y miles de amantes de los diferentes ritmos musicales y a sus intérpretes consagrados y de turno, para disfrutar a plenitud de la variante de las artes más seguida por millones y millones de personas en todo el mundo: la música.