POR CAROLIN GUZMÁN
Bayahibe, La Romana .- Una experiencia que conjugó playa, música, deportes, nuevas amistades y mucho calor, fue la vivida en los tres días y dos noches del Oasis Presidente 2007.
Desde el viernes hasta el domingo pasado más de 300 personas disfrutaron al máximo de un verano lleno de aventuras, conciertos de merengue, fiestas con Djs en vivo, concursos y mucha cerveza Presidente.
El Sunscape Casa del Mar en Bayahíbe, La Romana, fue el lugar en donde consumidores, ejecutivos de la Marca y comunicadores gozaron a plenitud del cierre espectacular de la tercera versión de Verano Presidente que organiza la Cervecería Nacional Dominicana.
Rafael Melo, gerente de Marca Presidente, dijo que Oasis Presidente es la recompensa que hace la marca a sus fieles consumidores, por disfrutar sus fiestas y bonches con el verdadero sabor de una cerveza que es tradición dominicana.
Un viaje a la Isla Saona, la más grande de las islas adyacentes de República Dominicana, fue una de las sorpresas que cautivó al público asistente al Oasis Presidente, quienes se transportaron en lanchas rápidas y en catamaranes para vivir uno de los mejores momentos del viaje en alta mar, bañado por la brisa marina y las emociones que provoca velocidad que conlleva el trayecto.
En la isla fue realizado el concurso Challenge Presidente en donde más de 15 grupos conformados, cada uno, por cuatro personas compitieron en una serie de actividades deportivas extremas e intelectuales para optar por un premio de 50 mil pesos en efectivo (para todo el grupo) y un año de cerveza gratis (para cada uno de los integrantes).
Los jóvenes ganadores que desafiaron un sinnúmero de retos y pruebas de destrezas fueron: Guillermo Peña, Ramón Quinotez, Ricardo Cartel y Claudio Reyes.
Las noches en el Oasis también estuvieron llenas de bailes, y diversión sin límites con los conciertos de Rubby Pérez, quien dio la bienvenida a los presentes el viernes y el de Milly Quezada, el sábado con un repertorio de sus éxitos merengueros y algunos temas de salsa y bachata.
El gran cierre del Oasis estuvo cargado de música electrónica en el área de la piscina con Djs en vivo, adueñándose de una juventud que bailó toda la madrugada del domingo hasta ver la puesta del sol.