POR ANSELMO SILVERIO
JARABACOA.- Tres individuos que robaron la sucursal del Banco de Reservas en Jarabacoa mantuvieron como rehenes a once personas para escudarse en ellas mientras huyeron con una suma millonaria que todavía anoche estaba sin cuantificar totalmente, pero que se estimó rondaría los RD$2 millones.

Los rehenes fueron liberados tan pronto los secuestradores huyeron con el dinero.

Los secuestrados fueron Alma Jeannette Domínguez, gerente de la sucursal bancaria, su madre Piedad Quezada, y los menores Laury, Ely Manuel, Eliana,  Jorge y Víctor. También Vivian Altagracia Echavarría, Tomás Rodríguez, Ely Manuel Ilich Talo y Laury Ilich Talo.

Aunque el robo se produjo en la madrugada de ayer, la sucursal bancaria comenzó a operar normalmente a las diez de la mañana.

Los secuestradores ocuparon por más de seis horas las viviendas de las tres familias que viven en el sector Cerro Altos del Yaque aquí. Mantuvieron a todos maniatados.

La licenciada Domínguez es hermana de la primera esposa del presidente Fernández. De este primer matrimonio el mandatario tiene sus dos hijos mayores. La señora Quezada es la abuela materna de los hijos mayores del Presidente.

El pasado miércoles en la noche, dijo la licenciada Domínguez, el grupo de delincuentes tomó como rehén a uno de los miembros de la familia e hicieron que llamara a su cuñado Tomás para que le informara que uno de los hijos tuvo un accidente. Cuando salió fue amenazado con armas y de ese modo penetraron a la vivienda, explicó.

La familia estaba reunida viendo la televisión a las 10:30 de la noche, cuando se presentaron a la casa los tres individuos encapuchados y armados. La vivienda está ubicada en el Cerro Alto del Yaque donde viven solo otras tres familias.

Uno de los individuos permaneció en la entrada de la casa vigilando, dijo, mientras los otros dos tomaron a su sobrino político Laury y lo ataron de pies y manos.

Luego fueron penetrando a las demás casas donde tomaron como rehenes a todos los que estaban allí y los amarraron y encerraron en las habitaciones, explicó.

Tras controlar a toda la familia, uno de los asaltantes comenzó a registrar las casas de donde cargó con objetos de valor.

Luego se pusieron a preparar y comer emparedados y batidas, aparentemente esperando la medianoche. En un momento, explicó, reunieron a todos los rehenes en una de las viviendas, donde los mantuvieron maniatados.

Domínguez dijo que fue en ese momento que la sacaron del grupo junto con Echavarría, y se las llevaron. Entiende que sabían que ella era la gerente de la sucursal del Banco de Reservas y Echavarría la oficial de plataforma.

A las l2:00 de la noche a punta de pistolas las hicieron que buscaran las llaves de las oficinas bancarias y uno de ellos se las llevó.

Dijo que el secuestrados les advirtió que debían comportarse con normalidad en el trayecto. También cuando estaban frente a las oficinas bancarias les requirió que no debían hacer nada que levantara sospecha al guardián. La sucursal bancaria está ubicada en la calle Duarte a esquina Nelson Galán.

En el interior del banco, dijo, en el momento en que se dirigían a la bóveda el secuestrador les pidió que abrieran un cajero automático donde había una suma no determinado de pesos y dólares. Esto disparó la alarma y llegó hasta el banco una patrulla de la Policía, pero el guardián les informó a los agentes que nada irregular ocurría y que desconocía que el aparato había disparado la alarma. Al cabo de un rato los policías se retiraron.

Entonces el secuestrador salió y se hizo acompañar de Domínguez y Echavarría.

El secuestrador se llevó la caja de depósito del dinero del cajero automático, dijo Domínguez. El vigilante dijo después que no se dio cuenta de que el individuo que acompañaba a las dos funcionarias del banco cargaba con ese bulto.

«Ellos nos dijeron, apuntándonos con las pistolas, que cooperáramos y gracias a Dios no nos hicieron ningún daño. Cuando tuvieron el dinero en sus manos nos dejaron abandonadas en la carretera de San Francisco de Macorís de donde logramos trasladarnos a nuestras casas», explicó la Domínguez.

La gerente desconoce las sumas de pesos y dólares que fueron robadas.

Las investigaciones están a cargo de los generales de brigada Tomás Holguín de la Paz, comando policial del Cibao Central, y Bernardo Santiago Santiago.

El general Rivera Portes, jefe de la segunda brigada del Ejército estuvo hasta la tarde en la residencia de los secuestrados.

Oficiales del Cuerpo de Ayudantes Militares del Presidente de la República estuvieron también en el lugar. Llegaron en una jeepeta. Estuvieron aquí alrededor de dos horas y después se trasladaron a Santo Domingo.