Hoy te contamos tres mitos alimentarios que la gente cree que son ciertos. Estamos en la era de la post verdad, en la que pareciera tener más peso una creencia que la evidencia científica. Y cada vez aparece más y más información que nos confunde, así que hoy, desde la ciencia, vamos a derribar tres mitos muy populares.
1-El primer mito dice que los productos sin azúcar son buenos para adelgazar.
Ojo, los productos sin azúcar suelen estar preparados y destinados a personas que necesitan controlar sus glucemias. Pero, muchas veces, se disminuye la cantidad de glucosa pero se aumenta la de otros nutrientes, como por ejemplo, la grasa, para que tengan un buen sabor. Por lo tanto, la energía que proporciona ese alimento queda intacta y muchas veces es superior comparándolo con su versión regular. Por eso, es importante siempre prestarle atención a las etiquetas.
2-El mito número dos dice cuánto más transpiramos, más grasa quemamos.
Esto no es así. Con el sudor se pierde agua y sales minerales, pero nunca grasas. Las pérdidas de sudor suelen reducir un poquito el peso, pero por la deshidratación que producen. Este peso lo recuperamos cuando luego nos rehidratamos.
3-El mito número tres. Los jugos de frutas son buenos reemplazos para las comidas.
No, falso. Los jugos no tienen la fibra de la fruta, ni los nutrientes de la cáscara y, además, concentran todo el azúcar natural de las frutas. Si las vas a utilizar eventualmente como un sustituto para las comidas principales, podés hacerte un batido en el cual utilices la fruta entera y agregale alguna fuente de proteína como leche, yogur o algún fruto seco.
Los mitos probablemente no desaparezcan y la ciencia es dinámica. Por lo tanto, muchas veces, las personas se van a seguir sintiendo confundidas con tanta información. Por eso, siempre te digo que es muy importante mantenerse actualizado con una mirada crítica y consultar profesionales cuando surgen dudas.
Los mitos son muchos más y suelen estar asociados a las dietas, a los tips y consejitos que encontramos en las redes sociales y hasta en otros medios de comunicación. Batidos “come grasa”, parches, polvitos mágicos, frases que por arte de magia decretan que vas a quemar grasa, banda gástrica virtual y así sigue la lista, que es eterna.
Cómo siempre recomiendo, preguntate quién te está brindando esa información. ¿Hay un profesional matriculado? ¿Un organismo oficial? ¿Quién es el que firma el artículo? ¿Existe otra fuente extra de consulta?
En la desesperación por bajar de peso, algunas personas pueden recurrir a ciertas dietas mágicas, a consumir productos no recomendados o nocivos, o a eliminar grupos completos de alimentos o incorporar algún tipo de conducta compensatoria que no es beneficiosa para la salud. Es importante destacar que no existe ningún alimento que tenga la capacidad por sí solo de hacerte engordar o adelgazar. Lo que sí tienen los alimentos es diferentes calidades nutricionales.
La ciencia ha demostrado que una dieta que tiene un inicio y un fin, no resulta efectiva. Es que, en general, este tipo de propuestas mágicas tienen un título o nombre atractivo, original y que capta nuestra atención muy fácilmente. Suelen prometer un descenso de peso muy rápido. Otras suelen exagerar sus características y propiedades usando palabras descriptivas como fabulosa, sorprendente, increíble, novedosa.
Por lo tanto, te invito a que utilices siempre el pensamiento crítico, cuestioná, permitite dudar y consulta profesionales serios. Es posible bajar de peso, haciendo un plan alimentario equilibrado, aumentando de poco el ejercicio físico, trabajando las emociones y acompañando con tratamiento médico.
* Romina Pereiro es licenciada en nutrición MN 7722