Hoy 
Por ELIAS RUIZ MATUK
Tres agentes adscritos al Departamento de Operaciones Especiales de la Policía participaron en el asalto a mano armada a una casa de cambio en el Ensanche Kennedy, realizado la semana pasada, de la que se llevaron más de RD$2.0 millones.
De acuerdo con datos obtenidos por este diario, los agentes policiales ya están «ubicados» y serán presentados por la Policía en las próximas horas, confirmaron fuentes de irrefutable crédito a HOY.
De su lado el secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, dijo que se tomarán medidas drásticas contra las personas que utilicen el uniforme militar o policial para cometer delitos, por considerar que la población perderá la confianza que tiene en sus autoridades.
«El hecho es que no son sólo crímenes que se cometen en contra de la ciudadanía, sino que se auxilian de oficiales para cometer esos crímenes, por lo que tenemos que tomar medidas drásticas; si no, la población va a perder la confianza en sus autoridades», expresó.
Afirmó que además de evitar que civiles utilicen vestimentas militares, las fuerzas armadas piensan fortalecer los lazos interinstitucionales entre la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) y otros organismos especializados, a fin de determinar cuando se va a llevar a cabo una operación.
Dijo que la colaboración se hará a través de las agencias de inteligencia, a fin de reconocer cuando se trata de una operación de las autoridades o de un asalto «disfrazado» con prendas militares e incluso con apoyo policial o militar.
«No es sólo el uso de las prendas militares, sino para qué se usan», expresó.
Indicó que los militares o agentes policiales pueden haber vendido o regalado sus ropas, lo cual no se descarta.
La semana pasada, cinco hombres armados, vestidos de militares y portando armas largas, asaltaron la casa de cambio «El Ventorrillo», en el ensanche Kennedy, desde donde se llevaron más de dos millones de pesos.
Los desconocidos llegaron al establecimiento en una camioneta Suzuki y un carro Toyota, en la respaldo Kennedy número 3, y se llevaron como rehenes a los tres guardianes, a quienes posteriormente dejaron abandonados.
El administrador de la casa de cambio, José Jiménez, dijo que cinco hombres vestidos de militares entraron a su negocio y después de una «pequeña» observación dijeron que se trataba de un atraco.
Los hombres operaron de una forma tal, que parecía una operación antinarcótica, según los testigos, que aseguran los asaltantes cerraron la vía donde cometieron el hecho.
