Tres provincias producen 5.7 millones de quintales de tomate industrial anual, suficientes para el procesamiento de pasta de tomate y otros productos de consumo masivo, con un valor de RD$1,220 millones.
Esa producción, que beneficia a 3,800 agricultores, está distribuida en las provincias de Azua (85%) y en Valverde y Monte Cristi (15%), según José Jáquez, vicepresidente agrícola de la empresa Transagrícola Dominicana, afiliada a la Asociación de Empresas de Conservas del Agro (Afconagro).
Jáquez dio una conferencia sobre “la importancia del tomate industrial”, como parte de la feria Expo Azua 2018, que se celebró en esa ciudad y que fue auspiciado por la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro).
Dijo que “en la producción de tomate se ha desarrollado un exitoso modelo tripartito entre el Gobierno, las industrias y los productores, a través del cual el sector industrial se compromete a financiar el 100% de la siembra del cultivo, ofrece servicio de asistencia técnica permanente y garantiza un mercado seguro”. Además, establece precios acordados previo a la siembra, que garantizan una rentabilidad mínima de RD$5,300 por tarea en los 120 días de la producción.

Indicó que “a pesar de que desde la llegada a territorio nacional de la mosquita blanca y la virosis posterior, el país ha hecho ingentes esfuerzos para resolver estos problemas; aún nuestra producción está amenazada por nuevas enfermedades, como el trips, para lo cual se lleva a cabo un estricto plan de manejo integrado de plagas”.
Asistieron a la feria Antonio Taveras, presidente de la Asociación de Industrias de Herrera; Olgo Fernández, director del Indrhi; Rafael Calderón, senador de Azua; Frank Tejeda, presidente de Coopfeproca; Marcos Cabrera, del Clúster del Plátano; Hecmilio Galván y Pedro Musa, ejecutivos de Confenagro, y centenares de productores agrícolas de las diferentes zonas productoras del país.