Tres sondeos dan empate Bush-Kerry

Tres sondeos dan empate Bush-Kerry

WASHINGTON, (AFP).- A seis días de la elección presidencial en Estados Unidos, la incertidumbre sigue siendo absoluta, con sondeos que indican unos muy reñidos comicios entre George Bush y John Kerry, quienes despliegan todos sus recursos para convencer a los electores en una decena de estados.

   Kerry y su rival electoral, el presidente Bush, siguen cabeza a cabeza según tres sondeos publicados este miércoles, a seis días de las elecciones presidenciales del 2 de noviembre.

   Kerry recibe el 50% de las intenciones de voto contra el 48% de Bush entre los electores decididos a ir a votar, según un sondeo publicado diariamente por el matutino The Washington Post.

   En otro sondeo, de Zogby International, Kerry aumentó dos puntos y superó a Bush por 48 a 47%.

   Sin embargo Kerry retrocedió dos puntos, para empatar con el presidente en 48%, de acuerdo a otra encuesta del grupo Rasmussen.

   Según esos sondeos, el candidato independiente Ralph Nader obtendría alrededor del 1% de los votos.

   Esos pronósticos extremadamente apretados auguran un resultado reñido e incierto para el 2 de noviembre, según los expertos. Zogby destacó que, seis días antes de las elecciones de 2000, George W. Bush superaba al demócrata Al Gore en cinco puntos, por 46 a 41%.

BUSH REACIONA

Después de tres días de un «silencio» de Bush denunciado por el demócrata Kerry, el presidente republicano, reaccionó a propósito de la desaparición de alrededor de 350 toneladas métricas de explosivos en Irak.

   Kerry «realiza acusaciones infundadas sobre la desaparición de explosivos», afirmó Bush en Lititz (Pensilvania, este) y acusó a su adversario de «denigrar la acción de los soldados» estadounidenses y «decir casi cualquier cosa con tal de ser elegido».

   «Es un escándalo que crece», destacó por su parte el candidato demócrata. «Los estadounidenses tienen el derecho de tener una explicación honesta y completa sobre lo que ocurrió y lo que hará el presidente», agregó en Sioux City (Iowa).

   También trató al vicepresidente Dick Cheney de «ministro en jefe de la desinformación» por haber dado a entender el martes que los explosivos pudieron desaparecer antes de la llegada de las tropas norteamericanas en 2003.

   Un alto funcionario iraquí opinó que era «imposible» que los explosivos hayan sido trasladados antes de la caída de Saddam Hussein.

   Bush indicó que el Ejército estadounidense analizaba «varios escenarios» posibles en el merco de una «importante investigación» sobre la desaparición.

   Ansioso por atraerse a los últimos electores indecisos, el candidato republicano presentó el miércoles el que probablemente será su último aviso televisivo de la campaña.

   El anuncio, de un minuto de duración, da la imagen de un presidente seguro de sí mismo, en el que los estadounidenses pueden confiar en este período convulsionado.

   «Estos cuatro años me aportaron momentos que yo no podía prever y que no olvidaré», dice Bush antes de ser presentado consolando a las familias de soldados muertos en combate. «Nunca me doblegaré cuando de defender a Estados Unidos se trata, cualquiera que sean las condiciones», agregó.

   Con esta determinación Bush intentó el miércoles seducir a los votantes demócratas en Pensilvania (este) y luego en Ohio (norte), a donde viajó con el senador Zell Miller, un demócrata que abandonó su partido.

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