Hoy 
Cada movimiento de la danza es una síntesis, un acorde, una armonía difícil de analizar y determinar sus notas. El arte de la danza fluye como torrente incontenible de una fuente interior que transforma las vivencias en formas que se externan, en movimientos que emocionan, en una íntima relación de cuerpo y espíritu.
Ese cosmos de la danza exquisitamente rítmico, se expresa a través de las propuestas del grupo norteamericano Trey McIntyre Project.
Partiendo de un vocabulario clásico, el coreógrafo liberaliza el movimiento, y en un alarde de creatividad lo transforma, con nuevas configuraciones de gran atractivo a las que imprime un ritmo continuo, avasallante. McIntyre dota a su danza de una identidad cultural particular por el contenido, por la música que utiliza, siendo finalmente la danza el medio idóneo que emplea para expresarse e interpretar el mundo y la particular visión de su entorno.
En el ballet Ma Maison recoge la diversidad cultural de New Orleans. Los aires del Gospels espirituales negros-, el jazz tradicional Dixieland, el blue, el ragtime, la música popular country- de zydeco, cojun y creole, propias de la tierra Cajun y el Bayou, así como las fiestas del Mardi Gras, y su perpetuo desfile, inspiran a McIntyre para crear una danza auténtica con una perspectiva contemporánea. La visión de la muerte como parte de esa tradición, juega un rol preponderante, los bailarines, -espectros danzantes- en una danza macabra frenética pero a la vez festiva, celebran la vida, e impactan por sus destrezas. La música comunitaria de Preservation Hall Jazz Band proveniente de los barrios, es el basamento perfecto para esta fusión de cultura música y danza.
De la orgia de muerte pasamos a In Dreams, donde el movimiento se torna más relajado, el ritmo más lento, con escenas de lirismo y duetos amorosos conmovedores. La música de Roy Orbison se aviene a la propuesta y los bailarines muestran energía vital y técnica diáfana.
The Sweeter End El final más dulce- es una apoteosis de danza en la que el repertorio de movimientos de Trey McIntyre, provoca el virtuosismo gimnástico de los bailarines que convierten el todo en agitación, y la coda, apuesta al caos febril de una danza convertida en Canto Vital. De nuevo acompaña a la danza la vibrante y contagiosa música de Preservation Hall Jazz Band. Este proyecto o compañía que lleva el nombre de este reconocido coreógrafo, es sin duda una expresión genuina de ballet norteamericano.
El Ballet Nacional Dominicano, presentó el pas de deux del ballet Don Quijote, interpretado por Alihaydee Carreño y Romel Frómeta. Esta noche de Danza fue parte del XVIII Festival Musical de Santo Domingo.
Algo más
Trey McIntyre
Nació en Wichita, Kansas, Estados Unidos, estudió arte y en 1990 a la edad de 20 años, creó su primera compañía de ballet, Skeleton Clock.
En el año 2004 fundó la Trey McIntyre Project, la cual le permitió continuar sus relaciones artísticas y creativas con un selecto grupo de bailarines de alto calibre.
McIntyre es uno de los jóvenes coreógrafos más destacados de los Estados Unidos de América, que ha creado unas 70 obras para diversas compañías de danza a nivel mundial, incluyendo el American Ballet Theatre, el Stuttgart Ballet, el New York City Ballet, Hubbard Street Dance Chicago, The Washington Ballet, Ballet Memphis y Houston Ballet.
Las coreografías de este excelente artista están basadas en sus raíces clásicas, donde también tratan temas relacionados con la religión, la familia y las relaciones amistosas, así como no puede faltar el tema del amor. Se inspira en una danza auténtica con una perspectiva contemporánea.
